domingo, 24 de junio de 2012

La institucionalidad del PRD y el TSE


 
Tirso Mejía-Ricart

La sentencia emitida por el Tribunal Superior Electoral sobre las decisiones disciplinarias que tomaron soberanamente los órganos superiores del PRD: el Comité Ejecutivo Nacional y su Comisión Política, con todo lo absurda que parece, era previsible, porque constituye el último eslabón de un  siniestro proceso de secuestro de la democracia dominicana, que ha incluido la administración pública,  el  Senado,  la Cámara de Cuentas la Suprema Corte de Justicia, la Junta Central Electoral, el Tribunal Superior Electoral, el Tribunal Constitucional, la Liga Municipal Dominicana,  gran parte de la prensa escrita, radial  y televisiva;  los proyectos económicos de importancia o su “peaje”, y el endeudamiento abrumador del Estado. 

Ya absorbidos la mayor parte de los partidos pequeños y el PRSC, solo falta al PLD, para coronar  su obra, enfeudar al PRD, utilizando para ello aventureros y tránsfugas políticos que prostituyen la pseudo democracia dominicana.

Con razón Hostos calificaba al sistema  Electoral como el primer poder del Estado, porque este legitima a los demás, o los integran a una farsa como sucede  aquí, donde se han establecido dos entidades, unidas en la tarea común de legalizar el despotismo peledeísta que padecemos.

Las decisiones del TSE se hicieron en nombre de la Constitución que señala  claramente su  actuación se enmarcará de acuerdo a la Ley, en este caso una ley Orgánica. Como en muchas otras normas constitucionales.

La concepción establecida en el Párrafo del artículo 13 de la Ley 29-11, que prohíbe al TSE intervenir en asuntos disciplinarios, se basa en la capacidad reconocida a toda organización social, sea una escuela, un club social o partido político, de  evitar la anarquía, el abuso de poder y el desconocimiento de su autoridad, que en el PRD son su Convención, el CEN y la Comisión Política, queriendo hacer creer que la institucionalidad del partido reside en el Presidente y no en sus cuerpos colegiados superiores.

El Ing. Vargas, como Presidente del Partido, violó numerosos artículos de los Estatutos, incluyendo los de incorporar nuevos miembros al CEN,  nombrar miembros  del Tribunal Disciplinario sin la Comisión Política, y ahora se alega fueron sustituidos por ese organismo, que sí tiene ese derecho; la no convocatoria  regular del Presidium, la Comisión Política y el CEN; y el Control autocrático de las finanzas, sin un presupuesto aprobado.

La institucionalidad del partido está en sus cuerpos colegiados, en el Secretario General, quien tiene a su cargo la administración del Partido,  incluyendo los  edificios donde trabajan sus dependencias: Organización, Electoral, Educación y Doctrina, Juventud, Fedomusde y  demás dependencias,  que repudian al Presidente.

Desde que Morales Languasco fracasó en darle un golpe de Estado a su propio gobierno en 1905,  no se había producido un caso semejante, porque Vargas y sus socios sí pretenden establecer una oligarquía al margen de los Estatutos, y establecer un Partido autocrático al servicio del PLD, al margen de las autoridades que él mismo apoyó en su momento.

Santo Domingo, R.D., domingo, 24 de junio de 2012.

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