sábado, 27 de marzo de 2010

Al Día: Los hijos de Trujillo



Juan José Ayuso



(y III)

“El poder corrompe. El poder absoluto corrompe absolutamente”. La sentencia es tan vieja como cierta y entre los dominicanos encuentra su mejor blanco de aplicación en el tirano Rafael Trujillo, su familia y los lacayos que trataron de mantenerse a su alrededor para recibir los favores de ese poder.

Los hijos del tirano no pudieron escapar de la narcotización del poder absoluto de su padre y que los rodeaba de riquezas y de toda la adulación de imaginar en una corte carnavalesca que redujo a cero la dignidad y el honor de las personas del círculo íntimo y menos de la tiranía.

En particular Flor de Oro, hija de un primer matrimonio aunque no perdió la primogenitura, y “Ramfis”, “Angelita” y Radhamés, hijos del matrimonio con María Martínez, los dos últimos, y con la misma mujer el segundo pero antes de casar con ella.

La primogénita sufrió la distancia que puso entre ella y su padre la nueva esposa, producto como tal del ejercicio de un poder absoluto que la corrompió de manera absoluta igual que a sus hijos.

“Ramfis”, “Angelita” y Radhamés no fueron ni por asomo niños, adolescentes y adultos normales. En sus temperamentos y caracteres se mantenía la caprichosidad de una prolongada adolescencia que no conoció la palabra no y que se acostumbró a ver satisfechos sus caprichos y cumplidos sus deseos con sólo manifestarlos.

En muchas ocasiones, y por el ambiente de aberrada adulación que rodeó al tirano, los caprichos y deseos de los hijos del tirano, como de éste, su esposa e hijos, podían ser cumplidos antes de expresados, por la traílla de cortesanos que los trataba como a dioses

Flor de Oro ni “Ramfis” ni “Angelita” ni Radhamés tuvieron una vida normal. Todos con más de un matrimonio –más de dos en los casos de la primera y el segundo-, así como relaciones de intimidad con hombres y mujeres a los que vencían con el poder del dinero y el dinero del poder.

La segunda de las hijas de Trujillo casó por segunda vez con Luis José Domínguez, esposo de una de las amigas de su círculo, Inova Marte, hija del general Mélido.

El primer esposo fue un criminal vesánico de la claque de “Ramfis”, Luis José (Pechito) León Estévez y, tras su matrimonio, fue madre de un cincomesino.

De su primer matrimonio le quedaron cuatro hijos, a los que sumaría tres de su segundo matrimonio, con Domínguez quien, oficial de la Aviación Militar y también amigo de Ramfis, no tuvo la historia de crímenes y torturas de su predecesor.

Caso curioso, los cuatro hijos de “Angelita” con “Pechito” no llevan el apellido de su padre sino el de su padrastro.

Santo Domingo, R.D., sábado, 27 de marzo de 2010

buenapila@yahoo.es
http://www.elnacional.com.do/opiniones/2010/3/27/43782/Al-dia

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