Ángel Lockward
Si escribo que Leonel Fernández es el líder, nacional y regional, más terminado del país, pienso que hasta los adversarios estarán de acuerdo: ha sido visionario, talentoso, trabajador y con una suerte, a nivel de milagros. Eso lo coloca en la cima y … al borde del peligro, porque podría perder una de sus más brillantes virtudes, la humildad y la inclinación a oír. Podría, como sucede con frecuencia, quedar prisionero del éxito en medio de un anillo, siempre, inevitable.
Balaguer cultivó las alianzas marginales, exitosas; Peña Gómez las grandes alianzas, que dieron al PRD el triunfo después de su muerte en el 2000; Leonel, construyó las más durables y rentables, al menor costo: Una lo llevó al poder en el 1996, la otra, le dio mayoría inesperada en el año 2006, cuando vencimos contra, casi todo pronóstico a la Alianza Rosada formada por el PRD y el PRSC.
Entonces, en enero del 2006 cuando las encuestas daban al PLD entre cinco y ocho senadores, dije al Presidente, lo siguiente: Ganaremos cuando menos 22 senadores, el PRSC sacará menos del 5% de los votos, con eso perderán el financiamiento y, cuando eso ocurra, perderán a sus legisladores y nos entregarán la franquicia. Mi amigo el Presidente, no me creyó ninguna de esas “profecías”, todas se cumplieron. Obtuvimos 22 senadores. El PRSC no conserva un solo senador de los obtenidos en la Alianza Rosada, perdió el financiamiento público al obtener apenas 4.5% de los votos y ofrecieron a quien quisiera de los disidentes, la Presidencia del PRSC: Aspiraron Héctor Rodríguez, Modesto Guzmán y Alexandra Izquierdo; finalmente, el Presidente auspició a don Carlos. Yo, sin oponerme, dije no estar interesado en el regreso al PRSC.
Conforme a los parámetros de la ciencia política, el Reformismo, es una institución política, el PRSC es sólo una entidad jurídica; Leonel no ha reparado en esa diferencia abismal: el primero está basado en los espacios políticos locales, que los dirigentes defienden a dientes partidos, en costumbres, reglas y territorios, el segundo, en la disponibilidad de una capacidad jurídica, para disponer de espacios políticos para beneficio personal, sin equilibrio y sin pudor. Esos, ahora, van a perder.
Casi todos los cuadros locales activos del Reformismo vinieron a Leonel, que se convirtió en su líder a partir de las elecciones del año 2006. Vinieron maltratados por la franquicia y atraídos por su aura, le juraron amor eterno; le trabajaron con eficacia, lealtad y entrega total dos campañas. Esperaban por ésta, que por seis años, representaba su ingreso al reino electoral del PLD. En cambio, la cuota de espacios electivos se entregó a la franquicia que a todos los trató como a sus enemigos y reeditó las prácticas que hicieron abominable la Alianza Rosada.
Ojalá nunca lleguen a creer que Leonel los entregó a sus verdugos de siempre, sino que, como creo, Leonel, simplemente fue engañado en su buena fe. Más que engaño, piensan muchos, se ha producido una burla a todos, que puede tener un alto costo político.
Tristemente creo que actuará la vieja ley del espacio local reformista: para recuperar a Leonel, la mayoría votará en contra de los colorao, aunque sea morado.
El PLD ganará de todas formas, los dirigentes locales ejecutarán sus venganzas, pero aunque hagamos todo lo que esté en nuestras manos, la confianza cándida del reformismo en Leonel está herida y él es el único punto de comunicación con el PLD para las elecciones del año 2012.
Las tropas del reformismo sin franquicia fueron exitosas, baratas y leales, la pregunta es: ¿Qué sucedió para que el patrón de éxito fuera cambiado y sus actores dejados fuera del juego político? Sobre todo en un momento en que el costo de su apoyo se podría abaratar: en las campañas de los años 2006 y 2008, luego de tener a los cuadros locales activos, se buscó a gente que alguna vez “tuvo nombre” para contrapesar el efecto de los símbolos, hoy totalmente devaluados, ambos, esa gente, aunque no representa nada, permanece ocupando posiciones que constituyen un costo de espacio a los reales dirigentes que esperaban ocupar candidaturas en este torneo. Ahora, los mejores cuadros quedaron fuera del barco y el peso muerto, de los muertos, hace lento el avance del buque.
En resumen, la reunificación fue un desastre, nadie volvió realmente y la nueva alianza apunta a un tollo mayúsculo, con las mismas acusaciones de venta de candidaturas, cambios y abusos. El lunes pasado los dirigentes me dijeron: en el 2006 nos obligaron a destruir al PRSC, de dónde nos habían sacado por apoyar a Leonel, ahora, los mismos, nos sacan de al lado de Leonel; si alcanzan el 5% de los votos nos sacan del país. Resumen, para recuperar el espacio con Leonel, habrá que vencerlos de nuevo. ¿Pero a qué costo? ¿Me pregunto? Ojalá que no se afecte la amplitud del margen de la victoria del PLD, que no se arriesguen las tropas del 2012, aunque tristemente, se haya resquebrajado la estructura de confianza absoluta que teníamos en Leonel, quien finalmente, es el único vínculo con el PLD y quien, quizá, ha sido tan engañado como el mismo Carlos Morales: pero lo que sí es evidente es que la nueva Alianza ha arrancado muy mal, y no hay que abusar de la división y debilidad del PRD. Espero que la sabiduría de que Leonel ha dado tantos ejemplos, actúe a tiempo y llame a sus tropas colorá.
Santo Domingo, R.D., sábado, 27 de marzo de 2010
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