jueves, 12 de agosto de 2010

Cuentas claras, conservan amistades

 En el período enero-mayo del año
al PRD le entraron RD$461 millones




Atisbando //
Bonaparte Gautreaux Piñeyro

Las cuentas del Partido Revolucionario Dominicano permiten pensar en una saga cuya duración será tan larga como interese dilucidar, aclarar, qué se hizo con los fondos de la organización.

La lectura de la auditoría presentada a la Junta Central Electoral revela favoritismos, falta de visión, planeamiento inadecuado y gastos de una trasparencia difícil.

En el período enero-mayo de este año al PRD le entraron 461 millones de pesos y gastó 415 millones. Una simple resta muestra una diferencia de 46 millones a favor de la institución.

Donde salta el maco es cuando los auditores consignan gastos bancarios por 98,8 millones de pesos, 78,2 por gastos por cesiones de créditos y otros 20.6 millones de gastos financieros.

Entre aquí la puse y allí la dejé, el PRD tuvo costos financieros de un 20 por ciento. Que me reguilen el trompo en la uña.

Cada quien debe arroparse con la sábana propia y si coge prestado debe aplicar los fondos para ganar, no para perder.

Hay datos especialmente interesantes: la asamblea de delegados de Santiago costó 8,4 millones; no se informa cuánto costaron y si las hubo en la provincia Santo Domingo, San Cristóbal, San Francisco de Macorís, La Vega , si se celebraron esas asambleas no se consignaron los gastos.

Una cadena de televisión para un discurso del Presidente (presumo que el ingeniero Miguel Vargas Maldonado) costó 1.5 millones y el mismo mes fueron pagados 100 mil pesos más por el mismo concepto, probablemente corresponda a dos discursos.

Se compraron cajas de casetes a 8 mil, 10 mil y 19 mil por dos cajas; Doña Inflación pegó duro ahí.

Hay pagos confusos, en un caso por servicios prestados y en otro como empleado, tal es el caso de Juan Alfonseca. Asimismo se le paga al escritor Pedro Caro por coordinación política y en otro caso, la misma suma, para campaña política.

Sería interesante saber cuál criterio primó para entregar a unos candidatos a Senadores sumas superiores a otros postulados por provincias más populosas. Desde el principio se habló de asignaciones por grupismo y privilegios.

Donde la rana se mea es cuando uno lee que a Charles Milander le entregaron sendos cheques en enero y febrero, por 100 mil pesos por la compra de boletos para el concierto de Aventura.

Parece que Milander estaba encargado de pagar los digitadores.

Y la contribución de un millón de pesos a Sur Futuro, para el concierto de Juan Luis Guerra es otra demostración de manejo ¿cómo lo califico? Hágalo usted y piense en los 78 millones de gastos bancarios.

Imagínese los fondos públicos con un Presidente así.

Santo Domingo, R.D., jueves, 12 de agosto de 2010

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