Orlando dice //Orlando Gil
El lugar
Los “reeleccionistas” andan como los cristianos de los primeros tiempos, con miedo y vergu¨enza, y comiéndose el pan y bebiéndose el vino sin consagrar, como si se tratara de un sacrificio propio y no del Señor. Expulsados del Templo como mercaderes, sin que hasta el momento hayan vendido nada, se guarecen donde les sea propicio y ya casi a la intemperie. La semana pasada participaron en una reunión en la que todos se dieron por sorprendidos, pues se les convocó como aliados o integrantes del Bloque Progresista a una cena.
Freddy Perez.
Cuando llegaron, un letrero que cubría toda una pared, hizo evidente la intención.
Las reseñan dan cuenta de que ese encuentro fue en la residencia del actual director de la CAASD, pero esa fue una de las tantas confusiones de los periodistas. Fue en la casa de Luichi Espinal, asistente de Freddy Pérez. Incluso, se dijo que estuvo presente Rogelio Genao, y no fue verdad, y Max Puig, y tampoco. Aunque hay que destacar dos aspectos. Llenaron el salón, no sobraron sillas, pero no las expectativas. Al final quedaron en nada…
La diferencia
Hay quienes se niegan a rendirse ante el hecho comprobado de que la reelección está fuera de agenda por el momento, por lo menos hasta febrero, y si los vientos vuelven a ser propicios. Insensatos, como son, no atienden las señales que primero se dibujaban en el cielo y ahora en las crestas de las olas de los déficits y demás problemas de la economía.
No está gritando la población, lo está haciendo el gobierno.
Si no hay recursos para cumplir mínimamente con Los objetivos del Milenio ¿cómo crear espacios artificiosos para una repostulación? La ignorancia es osada, pero está dando coces contra el aguijón.
La clase y la categoría son importantes en política. No es lo mismo celebrar una reunión en uno de los salones del Palacio Nacional, como fue la primera que encabezó Freddy Pérez, a otra en el comedor de la casa de su asistente Luichi Espinal. Incluso, esta pudo ser mejor, puesto que brindaron comida, y en la anterior ni agua. Sin embargo, para los reformistas, y la mayoría lo era, Palacio es Palacio. Con la sola ostentación de los símbolos del poder se hace la mitad del trabajo…
La reacción
El propósito era recibir al presidente Fernández, cuando regrese de su viaje de casi dos semanas fuera del país, con buenas nuevas. Decirle que Lázaro se levantó y camina, y que el milagro se produjo en su ausencia, y que el prodigio, además, se logró contrariando la sociología política. El fenómeno resulta asombroso: la historia es mecánica y no dialéctica. Con la sola voluntad basta. Sin embargo, Freddy Pérez agarró hojas, pues los rábanos se enterraron. Las cabezas visibles de los partidos aliados y de las corrientes reformistas, que andaban entre amarguras y bachatas, rompieron los platos y con los cristales se cortaron las venas. Todos se olvidaron del motivo de la convocatoria, la reelección pasó a un segundo plano, y aprovecharon la ocasión para hacer confesiones y quejas de aposento. No pueden buscarlos a ellos para que hagan el trabajo que los peledeístas, al parecer, no quieren hacer. Es verdad que son leonelistas, pero no tienen por qué ser más papitas que el Papa. El presidente Fernández debe decir si va, y después entregarles bueyes para que puedan arar la tierra…
Cada cual
Rafaela – Lila – Alburquerque y Amable Aristy Castro, que fueron a la primera reunión que convocó Freddy Pérez en el Palacio Nacional, no estuvieron ahora en la casa de Luichi Espinal. ¿Qué pasó ahí? Alguien dijo a manera de explicación: “esos son unos técnicos…”. Aunque también llamó la atención la prontitud con que la APD desmintió que Max Puig fuera al encuentro.
Curarse en salud no es malo, pero ni los médicos chinos se cuidan tanto. ¿Proyecto propio? Faltan muchas profecías por ver. Ahora ¿qué hacía en esa junta Blas Peralta, miembro y ex candidato del Partido Revolucionario Social Demócrata, el del Toro, el de Hatuey Decamps?...
Santo Domingo, R.D., lunes, 27 de septiembre de 2010
orlandogil@codetel.net.do
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