El PLD no juega a la política;
usa el poder a su conveniencia
Teófilo Quico Tabar
El asombro que manifiestan algunos sectores con relación a lo que está haciendo el Senado peledeísta con la conformación de los diferentes organismos, debería motivarlos a reflexionar, puesto que probablemente no han logrado comprender todo lo que significó el pasado proceso electoral, en el que el gobierno, el PLD y el Presidente Fernández se emplearon tan a fondo, como si estuviera jugándose todo por el todo.
Parece como si los que se extrañan de las acciones del Senado se olvidaron de que en el PLD se hacen las cosas partiendo de su lema de que en política solo se hace lo que conviene; pero lo que le conviene a ellos, no necesariamente a la sociedad o al país. Ellos no está jugando a la política, sino usando el poder a su conveniencia.
Pensar que luego de todo ese derroche de recursos de forma abierta y sin ningún tipo de rubor para instalar un Congreso a su hechura, actuarían para complacer a la oposición, o algún sector de la sociedad civil, más que ingenuidad, podría resultar un desconocimiento de la realidad que hoy vivimos. ¿Después de tanto esfuerzo y desenfado? No hombre, déjense de eso.
Se ha llegado incluso a decir, que probablemente realizaron la campaña política más cara del continente o del mundo, si la comparamos con nuestra población y el tamaño de la economía.
Algunos analistas y especialmente el PRD hicieron decenas de denuncias con respecto a uso y abuso de los recursos del estado, pero aún así, continuaron actuando sin tomar en cuenta esas opiniones, como tampoco hubo señales de corrección por parte de los organismos reguladores, particularmente la JCE.
Viendo lo que está sucediendo en el Senado, que se podría tomar como una muestra bastante representativa de lo que podría continuar ocurriendo, la oposición está en el deber de planificar mejor y establecer estrategias de conjunto claramente definidas, capaces de producir acciones que provoquen sacudimientos importantes.
Especialmente el PRD como organización mayoritaria de oposición, debe actuar por la vía democrática, pero utilizando de manera firme todos los recursos institucionales a su alcance para obligar a que las reglas sean claras y mucho más equilibradas, incluyendo acciones firmes y contundentes en el Congreso hasta que se lleven a cabo tareas pendientes, entre ellas la Ley de Partidos.
Dejar que todo se continúe haciendo a la conveniencia de quienes no quieren bajo ninguna circunstancia abandonar el poder y que además creen firmemente que el fin justifica cualquier medio a utilizar, sería dejarles el camino abierto para que solo ellos puedan transitarlo sin obstáculos.
Santo Domingo, R.D., jueves, 14 de octubre de 2010
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