Yvelisse Prats-Ramírez de Pérez
yvepra@hotmail.com
Cuando llegué a la explanada me poseyó el sentimiento del poeta Hugo Montes: “La tersa unidad de la alegría”.
Nos convocaba la urgencia de unir nuestro reclamo a la comunidad educativa para que el Congreso asigne al sector Educación el 4% del PIB que consigna la ley. La Secretaría Nacional de Educación y Doctrina del PRD y el Foro Renovador, corriente de pensamiento y acción dentro de nuestro partido, dimos el testimonio de presencia al que nos obligaban nuestras convicciones y nuestra solidaridad.
Desde que llegamos, empezamos a percibir en vivo la magnitud del poder social que se yergue explicando el derecho humano y el deber ciudadano que es la educación. ¡Cuánta gente! Jóvenes y no tan jóvenes nos prodigaron abrazos afectuosos en cuanto nos vieron. Bajo el sol que quemaba, las pancartas de nuestra Secretaría y del Foro Renovador destacaron nuestra condición de partido que desde el reciente Congreso quiere recuperar su lugar en una izquierda democrática que ande de bracete con el pueblo y que ponga su fuerza al servicio de los pobres y los marginados.
Mientras me cobijaba en una de las sombrillas amarillas que se han vuelto símbolos, bajó en representación del bloque perredeísta el compañero Alberto Atallah y nos introdujo en el edificio del Congreso.
Habíamos sudado bastante; pero teníamos a tope los ánimos. Yo en particular recordaba otras jornadas de lucha en las que he participado, y sacaba la lengua a los que se sorprenden de que siga en lo mismo, ¿cómo cambio si las malas cosas de mi país no han cambiado? Nuestro bloque nos recibió en pleno y escuchó con respeto y afecto los motivos que nos llevaron al Congreso Nacional. Por supuesto, no era a nuestros legisladores/as a quienes teníamos que explicárselo, el bloque congresional perredeísta está compactado sin fisuras en el reclamo de que ese 4% del PIB para la educación se aplique ¡por fin! Para el año 2011, no en vano se reúnen bajo la tutela de una fotografía del Dr. Peña Gómez.
Lo que pedimos los compañeros es que sean nuestros enlaces para que el Presidente de la Cámara de Diputados, el Bufete Directivo, los voceros de los demás bloques y los legisladores en su conjunto reciban las comunicaciones que llevamos en nombre de la Secretaría Nacional de Educación y Doctrina y del Foro Renovador.
En la comunicación de la Secretaría que me honro en presidir, las razones se aprietan en apenas dos páginas.
Las principales, casi perogrullescas, las resumo En Plural, como plural es el anhelo y la exigencia que nos mantiene en vigilia.
– El proyecto de ley de Gastos Públicos y Presupuesto Nacional para el 2011 enviado al Congreso por el Poder Ejecutivo viola una ley, la 66-97. Los/ las legisladores/as no deben violar leyes, ellos fueron elegidos para hacerlas, aprobarlas y defenderlas como representantes en nombre y por mandato de sus representados.
– La partida asignada a Educación es una de las más bajas de los últimos 20 años en República Dominicana, y posiblemente la más baja de América Latina. ¿No explica eso la vergonzante confesión del ciudadano Presidente de la República en la ONU, en cuanto al incumplimiento de las Metas Educativas del Milenio? – No podemos hablar en nuestro país de desarrollo nacional, ni de democracia, ni de solidaridad, ni de paz, mientras existan las graves deficiencias y las inequidades que desde el sector educativo profundizan las brechas sociales que se vuelven abismos cada año con el deterioro de nuestra educación pública.
– Un Estado que afirma, iba a decir perjura, tener un índice de crecimiento económico que supera el 7%, no puede aducir ningún argumento convincente para no cumplir con el legal e imprescindible 4% del PIB para la educación.
Reiterando estas verdades de a puño, que he esgrimido hasta el cansancio En Plural y en singular, el documento de la Secretaría Nacional de Educación y Doctrina del PRD honra a José Francisco Peña Gómez. Él nos ordenó “construir la democracia desde la educación”.
Nos despedimos en nuestra comunicación a los/las señores/as diputados/ as recordándoles que cuando juran al asumir funciones públicas, se les advierte, “si así lo hiciéreis, que Dios lo premie. Si no, Él y el pueblo os lo demanden”.
En “la tersa unidad de la alegría” los icónicos paraguas desafiando el sol y transformando en amarilla la esperanza, cumplí el jueves antepasado mi compromiso de maestra, madre, abuela, bisabuela y ciudadana.
Dos o tres días después, la intolerancia despótica rompió esas sombrillas y atropelló ciudadanos.
Pero “la tersa unidad de la alegría” se mantiene, porque ha echado raíces inviolables en la conciencia popular que se despereza.
Santo Domingo, R.D., sábado, 20 de noviembre de 2010
http://www.listindiario.com/puntos-de-vista/2010/11/19/167172/Cobijada-en-los-paraguas-amarillos
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