domingo, 30 de enero de 2011

Los retos de la juventud



DE SALUD Y OTRAS COSAS//
César Mella

 El martes pasado asistí invitado por la asociación de padres a un famoso colegio donde estudian los hijos de padres procedentes de sectores medios altos.

Me pidieron que les hablara sobre el tema de la adolescencia a los estudiantes del bachillerato.

Decidí hacer una dinámica de grupo en la cual fueran ellos los que preguntaran y manifestaran sus preocupaciones.

Recibí un primer impacto demoledor: todos desean irse del país desde que terminen el bachillerato, a estudiar en el extranjero.

Cuando pregunté sobre las carreras que les gustaría cursar me llevé otra sorpresa: nadie eligió farmacia; para la carrera de veterinaria, solo un candidato y muy pocos se inclinaron por la medicina.

Mercadeo, administración, ingeniería de sistemas, informática, hotelería, turismo y afines, fueron las preferencias.

El perfil del empleo y de preferencias de la juventud ha cambiado mucho.

En mis años mozos: derecho, ingeniería, farmacia y medicina eran la regla.

Muchos reclamaron el derecho que tienen a marcar su cuerpo con tatuajes, a utilizar un “piercing” o sencillamente a lucir un arete.

Eso fue objeto de una amplia discusión conmigo.

Casi todos admitieron con manos alzadas que en algún momento y en lugares de diversión les habían ofrecido sustancias psico-activas (drogas).

Analicé con ellos el fenómeno de la "presión de grupos" y enfaticé con datos científicos sobre el daño cerebral que produce la marihuana.

Otro tema relevante versó sobre la edad de inicio de las relaciones sexuales completas.

Ahí fui bastante tradicional y con el lema de que "el sexo puede esperar" les expliqué la diferencia entre maduración biológica (pubertad) y maduración psicológica.

Les acusé de tener muchas informaciones y poca formación y discutí con ellos el tiempo que dedican a la BBmanía; al Twiter y a las páginas de Facebook.

Donde quedé muy preocupado fue por el desinterés que estos jóvenes mostraron por la política. Les expliqué que ese espectáculo que ellos observan no es la política en la concepción de Juan Pablo Duarte y una joven se levantó del grupo y dijo que ella quería hacer una maestría en Ciencias Políticas. Fue aplaudida.

Un apuesto jovencito de unos 16 años levantó la consigna, y la justificó, de la necesidad de que se asigne el 4% del producto Interno Bruto (PIB) a la Educación, fue muy aplaudido y comprobé que esos fueron los sectores de clase que protagonizaron la exitosa demostración que levantó en diciembre esa misma consigna en todo el país.

El momento más alto de esta emotiva intervención fue cuando llevé a discusión la actitud de una joven policía que en la cárcel de Najayo despreció 100 mil pesos a cambio de "hacerse de la vista gorda" cuando descubrió, en las piernas de una famosa reclusa, un teléfono celular que le estaba prohibido.

Me llevé la impresión, por sus opiniones, de que no todo está perdido.

Yo me ofrezco por conducto de esta columna a repetir esta experiencia con un auditorio de estudiantes del bachillerato de uno de los liceos de estudiantes más pobres del país.

¿Cuales serán las respuestas, necesidades y reacciones?

Ya lo sabremos.
Santo Domingo, R.D., domingo, 30 de enero de 2011.

http://www.elnacional.com.do/opiniones/2011/1/29/73620/DE-SALUD-Y-OTRAS-COSAS

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