jueves, 27 de enero de 2011

Tomar las calles, un amor y unas “frías”


El Bulevar de la vida// 
Pablo Mckinney 

La de ayer en la Asamblea de la Liga fue la penúltima bellaquería de la partidocracia nacional, la penúltima evidencia de una crisis que a pasito lento viene llegando hasta nuestros partidos. Cada vez la aristocracia partidista manda menos a sus militantes; los dirigentes medios, los alcaldes por decir, no tienen ninguna vocación de obediencia partidaria. Cada cual a lo suyo, que es lo que ha enseñado la elite de esos partidos. Que los bisness son los bisness, amor. Después de este reinado de mentiras repetidas. Años y años de convertir cada Programa de Gobierno en un poema cínico a lo que nunca ocurrirá, era normal que apareciera la desobediencia hacia las direcciones partidarias. “Pero, ¿Hubo alguna vez, once mil vírgenes?” ¿Es, realmente el PRSC un partido, o un bazar en decadencia al servicio de la mejor oferta? Le ocurrió al PLD en la alcaldía de Santiago, cuando los votantes peledeístas no obedecieron el mandato del Comité Político a votar por Sued, y prefirieron a Gilberto Serrulle, que por lo menos es hermano de Julián. Ayer tocó el turno al PRSC, cuando su dirección mandó a votar por J. Ricardo pero los alcaldes prefirieron a Amable (o su delfín) que, ya se sabe, es más dadivoso que una señora en tragos, frente al mar, cumplidos los cuarenta. Al fin, qué otra cosa no es ya la política nacional sino un intercambio de bienes por votos, apoyos. 

Menos mal que se acerca el viernes 4 de febrero, cuando desde las calles los ciudadanos podremos mandar una señal de civilizada protesta al poder todo, por su irresponsabilidad e incapacidad en lo que tiene que ver con la calidad de la educación, lo que parcialmente se explica por la baja inversión del Estado en el sector, a pesar del mandato constitucional y la Ley de Educación al respecto. 

Ya lo saben. Que el Centro Juan Montalvo y sus curas buenos se pongan en el asunto. Que los muchachos de Toy Jarto aprieten. A grandes males, grandes soluciones. A grandes olvidos estatales, grandes responsabilidades ciudadanas. 

Que el viernes 4, a cualquier hora y en cualquier lugar, los del Club de los Pendejos tomemos las calles del país por el 4%E y la calidad de la educación. Reivindiquemos nuestro derecho a la esperanza, algo está cambiando. 

Tomemos las calles, tres “frías”, y, si es posible, un amor. 

Santo Domingo, R.D., jueves, 27 de enero de 2011. 

http://www.elnacional.com.do/opiniones/2011/1/27/73294/El-Bulevar-de-la-vida 

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