El presidente Leonel Fernández pronuncia un discurso en una sesión especial de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo (UNCTAD), en Ginebra, Suiza, donde advirtió que podríamos estar en la antesala de una estanflación.
Tiene que haber sorprendido a Brasil y otros países, que han alcanzado grandes éxitos con bonos agrícolas, la desafiante posición del presidente Leonel Fernández sobre este recursos financiero. El mandatario dominicano ha pedido a los G20 [Veinte Grandes] prohibir las operaciones financieras con productos alimenticios.
Hablando en la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (CNUCED), en Ginebra, sostiene que tal restricción alejaría “el espectro de una nueva crisis del hambre como la que golpeó al mundo en 2008”.
Se presenta opuesto a lo que llama “transacciones abiertas electrónicas" en las que los alimentos pasan a ser considerados como activos financieros. “Esto repercute en forma muy negativa en el bienestar de los pueblos", dijo Fernández en la presentación del Foro Económico Mundial (WEF), en Davos (Alpes suizos).
Los bonos soberanos para respaldar la producción agropecuaria constituyen un instrumento reservado a los países con economías saneadas, altamente competitivos y calificados moral, política y económicamente por países y organismos competentes, a saber, la Organización Mundial el Comercio (OMC), Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros. Republica Dominicana no aplica para entrar al mercado de valores como promotor de papeles financiero como estos, debido a sus calificaciones crediticia en el mercado mundial.
Eduardo Alvarez.
Suprimir parte de estos bonos o limitar su uso y circulación afectaría seriamente a economías financiadas por este tipo de bonos hasta en un 50%, Brasil, Chile y Argentina, entre ellos, sostienen expertos, de acuerdo a un trabajo publicado en el libro La imagen no lo es todo, de reciente publicación bajo la autoria de Eduardo Álvarez, periodista experto en comercio exterior.
Cita como ejemplo aprovechable los Certificados de Producción Rural (CPR), instrumento utilizado en Brasil en acción conjunta público-privada [PP] por el Estado y las cooperativas de productores de azúcar, soya y maíz.
“Reglamentados el 22 de agosto de 1994 por la Ley 8929, son títulos mediante los cuales los productores rurales brasileños, agrupados en las cooperativas, venden anticipadamente sus cosechas, recibiendo anticipadamente el valor negociado hasta por 20 años. El acto de venta compromete la entrega en puerto de Brasil, en la cantidad y la calidad acordadas para una fecha futura”, detalla el referido trabajo.
El presidente Fernández entiende, por el contrario, que tratamiento que dan esos países, incluyendo a Brasil, a los commodities agrícolas "tiene efectos negativos para los pueblos" y "es ahí donde interviene el papel de las autoridades regulatorias", añadió, invitando a los G20 a conducirse como guardianes represores de esta novedosa forma de atraer capital para aumentar la producción y productividad agropecuaria.
Portada libro "La Imagen no lo es todo".
"Hay que crear un sistema balanceado donde se pueda acceder al mercado pero donde se proteja los intereses de los consumidores", insistió, y se declaró de acuerdo con las orientaciones presentadas por el presidente francés Nicolás Sarkozy, actualmente al frente del G20. Pero se desconoce que Sarkozy haya asumido el tema con la crudeza y encono de su colega dominicano.
En su discurso ante la CNUCED en Ginebra, Fernández estimó que "la crisis financiera global sigue vigente" y alertó sobre la "suba de las materias primas", como el maíz y el trigo, con el resultado de generar "especulación financiera", "incertidumbre" y "estancamiento económico".
Los bonos agrícolas, destaca por su parte el articulo publicado en la obra de Álvarez, “pueden ser negociados en el mercado primario, si el emisor busca recursos para producir en el mercado secundario, cuando el adquiriente desea negociarlos por medio de su venta a otro agente interesado”.
Brasil tiene en el mercado millones de toneladas de azúcar y soya para despachar en los próximos 20 años. Como la demanda crece, las cooperativas se han visto en la necesidad de asociarse a cooperativas de otros países para cumplir compromisos.
Expertos consultados sobre la posición del presiente Fernández, entiende que es una forma de escurrir el bulto para agregar motivos a pecios escandalosos de los productos de consumo diario. “Como el temo de los combustible resulta ya manido y poco creíble para justificar la inflación, ha echado a un argumento perecido, por cierto”, opinan.
Es probable que un par de entidades financieras, como el Fondo Monetario t el Club de Paris haya utilizado o convencido al presiente dominicano de actuar como vocero para descalificar un instrumento que ha estado operando efectivamente. Pero este punto, a pesar de ser convincente, entra en el campo de la especulación.
Santo Domingo, R.D., jueves, 27 de enero de 2011.
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