Yasir Mateo Candelier
(II-III)
El día de hoy continúo con los casi-hombres. Esta es una categoría donde no se llega fácilmente. Quedarse a un paso de ser un hombre es no cumplir con las condiciones imprescindibles y completamente necesarias para acceder a esta condición: La grandeza y la generosidad, aparte de fallar en una o varias de las condiciones importantes. Se entiende que para ser casi un hombre es absolutamente necesario no caer en ninguno de los oficios o defectos que alejan al bípedo pensante y sin tetas de ser un hombre.
El Hombre de Vitrubio es un famoso dibujo acompañado de notas anatómicas de Leonardo Da Vinci realizado en los años 1492 en uno de sus diarios.
No quiero que se tergiversen mis palabras cuando digo “casi-hombres”. En este caso, hay que despojarse del concepto cultural dominicano de “hombre” -revisar la primera entrega de esta serie- Tampoco me refiero a la falta de valor de los que voy a mencionar aquí debajo ni mucho menos; es que la grandeza y la generosidad no las han podido demostrar y hay un fallo acentuado en una o varias de las virtudes importantes que hacen a un hombre.
Generalmente, el individuo que tiene grandeza y generosidad alberga por añadidura muchas de las virtudes importantes de un hombre, porque estas dos condiciones insustituibles vienen acompañadas de muchas virtudes más. ¿Y cuáles son las virtudes importantes? Bueno, he mencionado muchas anteriormente, aunque no son todas las que están:
-El valor
-La sencillez
-La responsabilidad
-La elegancia en el vestir y en el decir
-La perseverancia
-La moderación
-La madurez
-El equilibrio
-La empatía
-La fortaleza (ausencia de achaques/estar en forma)
-Inteligencia
-Firmeza de carácter
-Laboriosidad
-Educación y cultura
Si usted tiene entre 25 y 70 años y aspira a ser un hombre, no puede usted andar con un barrigón y cansándose por subir unas escaleras. Eso da a entender pereza y vicios varios, entre ellos la gula y la pasividad. Lo mismo sucede si se pone usted lo que sea encima y sale a la calle masticando chicle o escupiendo la acera. Esas no son vainas de hombres porque ahí no hay elegancia ni cultura.
Por otra parte, un hombre no atenta contra su propia vida porque su existencia es útil para los demás, ya sea su familia, su organización o su patria. Por eso un hombre de verdad no se vive “jartando” de grasas saturadas ni se pasa la vida emborrachándose o drogándose.
Casi-hombres, no es fácil llegar a serlo. Hay que reunir muchísimas condiciones.
Leonel Fernández
Tiene casi todas las virtudes importantes, menos la responsabilidad y la firmeza de carácter. El pueblo le ha elegido para que ataque 4 problemas nacionales: Energía eléctrica, falta de salud, educación y agua. Pues resulta que cuando se vaya no habrá aminorado ninguno de los cuatro problemas que su pueblo quería que resolviera y encima nos deja uno más: La inseguridad. Le eligieron para que resuelva cuatro problemas; pues el hombre no resuelve ninguno y se suma uno más que no ha querido atacar de frente. Eso demuestra profunda falta de responsabilidad. Tampoco da a entender que se empeñe en resolver los problemas, sobretodo el último que he mencionado, sino que se pasa la vida viajando por el mundo. En cualquier lugar del globo terráqueo donde se celebre una reunión porque se tema la extinción del oso panda o de una libélula estacional, ahí está nuestro presidente, saludando gente, muerto de risa, mientras que en los barrios más pobres de las ciudades de su país, el mismo que le eligió para resolver problemas, las condiciones de vida siguen siendo abominables. Parece que le han escogido para que deje un problema más y no para que resuelva los que habían. Matan policías -a veces altos rangos- en plena calle y a la luz del día, pero eso él no lo ataca de frente porque sólo le gusta la miel del poder. Pues resulta que el poder ciertamente tiene mieles, pero también unas papas muy calientes que por más que uno espere a que se enfríen no lo hacen jamás.
Es casi-hombre porque le falta grandeza y generosidad. Ha sido presidente varias veces, pero no permite el relevo dentro de su partido por mezquindad y egoísmo. No es un hombre de verdad, como su homólogo brasileño Lula Da Silva.
Al igual que el tipo extraordinario que era Balaguer, solo piensa en él mismo; la diferencia es que Balaguer no se pasaba la vida viajando por el mundo con el dinero del pueblo.
General Soto Jiménez
Persona culta, inteligente, astuta. El general Soto no aguanta muchas pendejadas y por esa misma razón la elegancia en el decir, que es una de las cualidades importantes de un hombre, a veces no le sale. En ocasiones su carácter opaca todas las virtudes importantes que le acompañan. Tengo referencias de que nunca ha dudado en decirle a cualquier persona cualquier barbaridad. Tuvo un conflicto de poder con un hermano de mi madre y no demostró grandeza.
La próxima semana sigo con los hombres y ejemplos de varios de ellos.
Madrid, Espana, viernes, 04 de febrero de 2011.
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