martes, 8 de febrero de 2011

Los tres tribunales superiores


Susi Pola

En el umbral de la composición y recomposición del Tribunal Constitucional, el Tribunal Superior Electoral y la Suprema Corte de Justicia, los organismos que deben seleccionar a las personas requeridas deben empeñarse en buenas elecciones y no en un “reparto” de puestos con las líneas políticas del país. El pueblo está cansado del prorrateo partidista y su decepcionante fracaso.

Sufrimos demasiado por las consecuencias de estos repartos escudados en una llamada “transparencia” mantenida a nivel nominal, sin práctica ni resultado porque, al final, los intereses de los tres partidos, en un fracaso demostrado hasta el empacho, tuercen el brazo del pueblo llamado soberano.

Además, estos organismos/comisiones, al recordar las reglas democráticas a que se deben, han de tener presente la inclusión obligatoria de una diversidad etaria, de género, raza y clase, que presente autoridades cercanas a la composición social en la que vivimos.

En el género, tenemos cuotas participativas con más de diez años de presencia legal, aumentadas en la última reforma electoral a un 33% de asignación a mujeres a elegir en las diputaciones y reguridurías, y 50% en los municipios, referido a la vicealcaldía que debe ser ocupada por una persona del sexo opuesto al de quien ocupe la alcaldía, que los partidos se resisten a cumplir.

Estas cuotas de participación, son una acción positiva para garantizar la integración efectiva de mujeres en cargos electivos de decisión de los partidos y del Estado, una medida para mejorar la participación política de las mujeres frente a la desigualdad real entre hombres y mujeres, resultado de la complejidad sociocultural en que vivimos y supeditada al cambio que ha de producir.

Sin embargo, cuando vemos las postulaciones posibles para las judicaturas constitucional, electoral y de la Suprema, las listas de hombres son interminables y de una mezcolanza politiquera en mayor parte, con muy pocas mujeres, un detalle a poner sobre la mesa, porque hay en el país mujeres más que preparadas para esas funciones.

Por ejemplo, llama la atención, que no se haya escuchado, por esos espacios formales, el nombre de Aura Celeste Fernández, quien sería jueza de lujo en cualquiera de los tres tribunales, demostrado desde la práctica impecable que ha tenido en todos los cargos ocupados, con valores de paradigma y muy apreciada por el pueblo.

Aura Celeste Fernández reúne los requisitos. Es una mujer joven, con experiencia comprobada positiva, una profesional con mucho que aportar, organizadora de espacios, cumplidora de las leyes éticas y dueña del conocimiento y experticia necesaria. ¡Ojalá que postule y la tengamos de nuevo cuidando intereses ciudadanos!

Santo Domingo, R.D., martes, 08 de febrero de 2011.

http://www.elnacional.com.do/opiniones/2011/2/8/74504/Los-tres-tribunales-superiores

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