Tras el terremoto que sacudió el noreste de Japón –el más fuerte en los últimos 140 años- el gobierno declaró el estado de alerta nuclear. Sin embargo, las autoridades insisten en que se trata de una medida preventiva y que no existen riesgos.
El gobierno japonés aseguró haber clausurado de forma segura las cuatro centrales nucleares -en las que se encuentran 11 reactores- situadas en la zona próxima al epicentro del temblor de 8,9 grados en la escala Richter que sacudió al país.
La central de Fukushima Daiichi -a unos 270 kilómetros al nordeste de Tokio- fue la más afectada.
La Agencia Japonesa para la Seguridad Nuclear e Industrial (NISA, por sus siglas en inglés) informó que, después del sismo, el suministro eléctrico se suspendió, los generadores de refuerzo no se activaron y como resultado no todos los sistemas de refrigeración funcionaron.
Posible fuga
Esta evacuación es simplemente una precaución. De momento no se ha producido ninguna filtración y no existen riesgos para el medio ambiente
Yukio Edano, secretario del jefe de gabinete de Japón
Además, el panel de seguridad japonés aseguró que en los alrededores de la planta nuclear, la radiación ya es 1.000 veces mayor de lo normal.
Por ello, el gobierno ordenó la evacuación de unas 3.000 personas que viven en las inmediaciones de la planta por temores de una fuga.
La medida se produjo luego de que las autoridades tuvieron que liberar presión de vapor en la planta.
"El gobernador de Fukushima ordenó la evacuación de los habitantes de la ciudad de Ookumcho y de Futaba que viven a menos de tres kilómetros de la central. A quienes residen en un radio de tres a diez kilómetros se les pidió que permanezcan en sus casas", indicó el secretario del jefe de gabinete japonés, Yukio Edano, en declaraciones citadas por Reuters.
Pese a la insistencia de que no existen riesgos, las autoridades reportaron que se ha aumentado el estado de alerta para la instalación nuclear de Fukushuma Daiichi.
CÓMO FUNCIONA UN REACTOR NUCLEAR
- Los reactores de Agua en Ebullición son los más utilizados el mundo y los más comunes en Japón.
- Una reacción nuclear produce altas temperaturas. El agua hierve y genera vapor que pasa a una turbina para producir electricidad.
- Tras ese proceso, el vapor es enfriado para volver a estado líquido. Ese agua es reutilizada para volver a generar vapor.
- Incluso tras la reacción nuclear, la temperatura en el reactor es muy alta y debe ser enfriado. Ésa es la función de los sistemas de refrigeración.
"Esta evacuación es simplemente una precaución. De momento no se ha producido ninguna filtración y no existen riesgos para el medio ambiente", señaló Edano.
Además de Fukushuma Daiichi, las centrales de Fukushima-Daini, Tokai y Onagawa también fueron clausuradas.
"Esta decisión es simplemente por precaución. Permite a las autoridades tomar medidas adicionales y da poderes a los funcionarios, a la policía y a los bomberos actuar de un modo más rápido", señaló a la BBC Jeremy Gordon, vocero de la Associación Nuclear Mundial.
"No es fácil encontrar un país con más experiencia que Japón en terremotos y en energía nuclear", agregó.
Tras el terremoto, en Onagawa se declaró un incendio cerca de la turbina, pero, según informó la Agencia Internacional para la Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés), el fuego ya fue extinguido.
El organismo internacional con sede en Viena –responsable de supervisar la seguridad nuclear en el mundo- aseguró en un comunicado que ofreció ayuda técnica a las autoridades japonesas, con quienes están en contacto continuo para supervisar cómo el sismo está afectando a las instalaciones nucleares.
Antecedentes
El incidente anterior más reciente que afectó a una planta nuclear en Japón sucedió en 2007, cuando el epicentro de un fuerte sismo se ubicó cerca de la central de Kashiwazaki-Kariwa, de siete reactores.
"Fue un temblor mucho más fuerte de lo esperado y fue un buen ejemplo de lo bien preparadas que están las centrales nucleares", indicó Gordon.
Sin embargo, Steve Thomas, profesor de políticas energéticas en la universidad británica de Greenwich, destacó que, cuatro años después de aquel suceso, los reactores de Kashiwazaki-Kariwa acaban de volver a funcionar.
"Hubo cosas que no funcionaron como debieron y les costó años poner la central en servicio. Creo que fue un golpe para los japoneses que su planta no resistiera tan bien como esperaban", sugirió Thomas.
En cambio, Dame Sue Ion, ingeniero nuclear de la Academia Real de Ingeniería del Reino Unido, resaltó que la legislación japonesa en cuestiones de seguridad atómica es extremadamente exigente.
"Las centrales nucleares japonesas se muestran como ejemplo de resistencia ante los sismos. Los sistemas de seguridad funcionaron como debían", dijo Sue Ion.
Santo Domingo, R.D., viernes, 11 de marzo de 2011.
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