EUCLIDES GUTIÉRREZ FÉLIX
En su discurso del 27 de febrero, con la preocupación propia de un Jefe de Estado, con el desarrollo intelectual del que ha hecho galas, el presidente de la República habló del inquietante futuro de nuestro país y la necesidad de aumentar notablemente su capacidad de producción. Recordó que en el año 2010 se dio inicio a la construcción “en La Vega del más moderno laboratorio in Vitro del área del Caribe, con capacidad para producir 10 millones de plantas al año de alto valor genético, en los renglones de plátanos, guineos, aguacates, zapotes, naranjas, toronjas, limones y mandarinas, entre otros, para mejorar la calidad de la productividad y, por consiguiente, la competitividad de estos importantes renglones agrícolas”. A este anuncio, debemos señalar la importancia de aumentar la producción de piñas y mangos, con gran aceptación en el Caribe y en Europa.
El autor de esta columna sabe que muchas de nuestras expresiones son rechazadas y criticadas por esa “caballería” de oportunistas, lambones, ascensoristas y mentecatos, que privan en historiadores, economistas y científicos, y que hablan por la radio y televisión y escriben en los medios, para que los mencionen, los citen y señalen, como “descubridores y exploradores” sin tener antecedentes de estudios especializados o de militancia política, para ser sensibles a los verdaderos problemas del país. El gobierno ordenó un censo que nadie sabe a la larga cómo quedó, pero según anuncio de autoridades que suponemos bien enteradas, habitamos en el país 9 millones 400 mil personas. Nosotros creemos que estamos en los 10 millones.
A esa cifra debemos agregar 7 u 8 millones de haitianos que en ese tránsito de desintegración que ha sufrido el pueblo vecino, perdió sus hábitos de trabajo y luego de un rosario de problemas y tragedias ha sido afectado por el terremoto de enero del pasado año. En Haití, en términos de producción y reordenamiento, nada hay que sea creíble y el tiempo dirá quiénes tenemos la razón y por qué nos preocupa que, bajo la responsabilidad del gobierno del PLD que preside Leonel Fernández y del que somos compromisarios los que militamos en este partido que fundó Juan Bosch, no podamos asumir con firmeza la responsabilidad que el pueblo ha puesto en nuestras manos.
En este escenario geográfico de una riqueza extraordinaria, hay medios para devolverle a nuestro pueblo la vocación de trabajo, de disciplina y de orden, que nos aleje del camino que nos lleva directo a una crisis económica, social y política, que se vislumbra con la aparición de una hambruna mundial por la quiebra del sistema capitalista. No están en capacidad los ocho, los diez o los veinte países desarrollados, encabezados por Estados Unidos, Europa, Japón y China, para producir los alimentos que reclama la población mundial que, al parecer, está muy por encima de los siete mil quinientos millones de habitantes. Continuaremos…
Santo Domingo, R.D., lunes, 04 de abril de 2011.
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