EXPERIENCIA
El entonces presidente Leonel Fernández dijo en el 2000, ante el desconcierto y lamento de sus compañeros de partido, que quienes no entendieron porqué se perdieron las elecciones nacionales de ese año, tampoco supieron porqué se ganaron las del l996. Los peledeístas, al parecer, reflexionaron, averiguaron y aprendieron la clave, pues en el 2004 consiguieron desde la oposición lo que no desde el gobierno: tener de nuevo el poder. Y es que todo triunfo tiene una explicación, y por igual toda derrota.
Aunque – por desgracia – esta última siempre es huérfana, pero hacia fuera, para consumo de terceros. Ninguna tendencia o partido tiene cuadros o miembros tan perfectos que llenan su cometido en todo lugar y circunstancia. O falla uno, o el otro, o ninguno, o todos, y de ese balance depende el triunfo o la derrota. Incluso, en el triunfo también se cometen faltas, que deben revisarse para corregirlas de cara a futuras contiendas. El genio táctico no está en ganar siempre, pero sí en conocer las debilidades y superarlas. Napoleón, por ejemplo, no ganó todas sus batallas…
LOS PERFECTOS
Esa ausencia crítica es una de las tantas carencias del sector que perdió la pasada convención del PRD. Según los registros, o lo que hasta ahora se conoce, ninguno de los encargados de campaña –local o nacional- - cometió el más mínimo error y todos cumplieron a cabalidad con sus responsabilidades. No hubo sombras, y ese exceso de luz, ese deslumbramiento, les impide ver el conjunto. Es decir, que exageran la generosidad entre ellos mismos, se tapan, para usar una expresión de pueblo.
No hay porqué saber o averiguar nada, si se tiene la mejor de las excusas. Así, no hay que dudarlo, la derrota se hará recurrente y la victoria imposible. Como está sucediendo con las negociaciones, que las propuestas se caen por si mismas, respondiendo a leyes de la naturaleza: la fuerza de gravedad, por ejemplo. Si no se asume el revés, no habrá manera de entender la nueva realidad y sus posibilidades. El camino más fácil no siempre es el más seguro, y el grupo de Miguel Vargas no se da cuenta que es mejor construir puentes que improvisar salidas…
EL INVENTO
El camino más fácil fue explicar la derrota en doscientos mil peledeistas que votaron por Hipólito Mejía, denuncia que se hizo en un primer momento, y a la que después se agregó otra cantidad de miles de reformistas. Fuera bueno conocer al autor de esa idea tan genial. Si fue un estratega nacional o un extranjero. Los de fuera salieron muy mal parados, se les consideró copistas, pues no hicieron más que repetir esquemas y eslóganes de las campañas de sus competencias en otros países.
Los locales tienen entre sus logros el boca de urnas que se atribuye a Alfredo Pacheco, pero que fue una responsabilidad compartida, puesto que era jefe de campaña, pero no jefe del proyecto político, y en la rueda de prensa en que se hizo ese circo de mal gusto, estuvieron otros “guruses”. Además, el invento fue poco inteligente.
Quienes lo diseñaron, le dieron cabida y echaron adelante, no conocen con propiedad lo que es mover gente un día de elecciones o lo difícil que es bajar líneas, y que estas se cumplan, en medio de unos sufragios. Los cuadros peledeistas eran disciplinados, las masas de ahora no…
LA MENTIRA
A los ideólogos de los votos peledeistas y reformistas a favor de Hipólito Mejía, les faltó ingenio y sabiduría popular. No conocen a los perredeìstas de ahora y mucho menos a la opinión pública nacional.
Pensaron que ese monstruo con tantas cabezas sorprendería a los perredeìstas, y que estos harían causa común con “la víctima”, o que los medios de prensa, siempre tan creídos, harían coro sin discernir. Ni una cosa, ni la otra. El problema es que cuando una mentira cojea, no hay muleta que la sostenga y se cae por su propia cuenta.
Partieron del supuesto de que el presidente Leonel Fernández estaba escogiendo al candidato màs débil, y de que esa intromisión en el proceso del PRD, era parte de su estrategia reeleccionista. Es decir, que el mandatario que tenía a su gente recogiendo dos millones doscientas mil firmas, también le encargó que mandaran a votar a doscientos mil peledeístas por la candidatura de Mejía. Oh, y cuándo el jefe del Estado no vaya ¿de qué le habrá servido la selección de Mejía? Pero además, si la maldad la hizo el presidente Fernández ¿por qué cobrársela a Mejía? A nadie le dan pan que no coma… continuará…
Santo Domingo, R.D., lunes, 04 de abril de 2011.
http://www.presenciadigitalrd.blogspot.com/opinion/2011/04/04/Orlando-dice-el-genio-tactico-no-esta-en-ganar-siempre
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