miércoles, 20 de abril de 2011

PLD, reelección y candidatura

 PEDRO P. YERMENOS FORASTIERI

-I-

Lo que ha ocurrido en el PLD en los últimos días tiene su origen meses atrás. Una mañana cualquiera, sin ninguna posibilidad de que los hechos tuvieran carácter fortuito, los cielos del país amanecieron inundados de hermosas vallas promocionales con la sola figura del primer mandatario de la nación y las sugerentes palabras: “El Destino”, en una rémora triste de épocas que no hemos sido capaces de trascender.

Ese fue el punto de partida de lo que vino a ser una intensa y extensa campaña que tenía el propósito indudable de abrir las puertas a la posibilidad de una repostulación del presidente Leonel Fernández en las elecciones del año 2012. En ese momento esa era la prioridad, sin que se tratara por necesidad de una decisión irreversible. Se echaba a andar el experimento y se dejaría que los acontecimientos tuvieran la palabra final.

La publicidad era parte de una estrategia compuesta por varios elementos. A ella se unió un artificial debate en torno a los alcances de la constitución en la parte atinente a la reelección presidencial y sobre los mecanismos jurídicos a los que podía recurrirse para viabilizar el continuismo.

Juristas escribieron artículos en los cuales sustentaban la estrambótica tesis de que dado el carácter de irretroactividad de las leyes, el artículo 124 de la carta magna no se aplicaba al actual presidente por no haber sido elegido bajo sus designios, en un olvido adrede de la aplicación inmediata de las reformas constitucionales, sin mencionar que, si aceptáramos su pretensión, entonces regiría la constitución anterior, la cual contenía una imposibilidad definitiva para repostularse.

¿Cómo puede afirmarse que la actual constitución no se le impone al presidente en cuanto al impedimento de presentarse como candidato y sí se le aplica para todo lo demás? De acogerse ese predicamento, entonces lo que haga el presidente al amparo de la vigente constitución estaría afectado de nulidad. O se le aplica para todo, o para nada.

El caso es que sería de ilusos suponer que el escarceo y los millones de pesos gastados en el tema y la promoción de la repostulación del presidente podía llevarse a cabo sin el estímulo y la aprobación del principal beneficiario. La socorrida explicación de evitar la soledad del poder resulta insuficiente, porque ello se cubriría con el solo silencio sobre la cuestión, sin tener que llevar el asunto a los extremos en que se hizo. Continuará

Santo Domingo, R.D., miércoles, 20 de abril de 2011.

No hay comentarios:

Translate