lunes, 4 de abril de 2011

Un Gobierno a la hechura del FMI

Félix Santana García 

Se estila, que un pueblo cuando escoge al partido político, que ha de dirigir su destino, lo hace con el propósito de que ponga en práctica el programa de gobierno que le ofertó durante el desarrollo de una campaña electoral, no así para que personas de otras nacionalidades u organismos internacionales de financiamiento, impongan lo que ha de hacerse en el país en el orden: político, económico y social. 

Estas reflexiones vienen como corolario, porque durante casi siete (7) años, la República Dominicana ha estado gobernada por autoridades, que provienen de un partido, que se vanagloria de ser bien organizado, con un programa atractivo, pero que en la práctica se a hecho todo lo contrario. 

Es el caso, de que en el orden económico-financiero, hay divorcio con lo que se llama, gestión eficiente y efectiva. Sus ejecutorias se encuentran diametralmente opuestas a la disciplina presupuestal, la que plantea hacer de los tributos recaudados, una distribución, equitativa y prioritaria, a los fines de cubrir las necesidades perentorias, de las personas más necesitadas de la nación. 

Hoy la República Dominicana, vive momentos de dificultades financieras, por el impacto que actualmente provocan los conflictos políticos del norte del África y el Medio Oriente, los cuales causan presiones inflacionarias en los alimentos y combustibles, comercializados en el país. 

Y con mayor rigor, por el hecho de que en lo fiscal, las autoridades dominicanas no han sabido manejarse, ya que no son ni dos ni tres los rublos de gastos públicos, que no han tenido un comportamiento a la altura de la crisis económica global, que desde el año 2007, afecta a la nación dominicana, pues las autoridades se han encargado de excederse en el gasto, muy por encima de sus expectativas de ingresos. 

Es por ello, que durante el señalado lapso, el Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, ha tenido que pedir el auxilio urgente del FMI, para organizar las finanzas dominicanas y, crear la confianza necesaria en la comunidad financiera internacional, a los fines de agenciarse nuevos préstamos, con los cuales hacer frente a los déficits presupuestales y de balanza de pagos. 

En consecuencia, en estos días el señor Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, ha revelado que el FMI, quiere que las autoridades dominicanas, incrementen la presión tributaria y que no se atrasen con el sector eléctrico. 

Es penoso, que un país que su constitución resalta que es soberano, dueño de sus ejecutorias, hoy tenga que depender en el orden administrativo-financiero del: FMI, Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. 

En pocas palabras, equivale a decir, que la República Dominicana, tiene dos tipos de autoridades: la nacional e internacional, esta última representada por el FMI, cuando la población se creía que había elegido autoridades netamente dominicas, para el manejo de la cosa pública, pero ha sido todo lo contrario, ya que el FMI, es el que ha trazado las pautas a seguir en términos de economía y finanzas. 

Esta incapacidad administrativa, se acentúa aún más, cuando sin rubor, las autoridades recurren a la Universidad de Harvard y al destacado intelectual francés Jacques Attalí, para que le diagnostiquen, por altos honorarios, lo que el país tiene que hacer, por estar afectado de poca visión de futuro. 

No es nada extraño, que un país busque ayuda o asesoría externa de forma ocasional, pero de que una gestión de gobierno dependa permanentemente de otros países, del FMI u otros organismos internacionales, no es lo más correcto, porque el mismo pierde su identidad, por lo que de ser así, vale la pena haber elegido para dirigir la nación, a personas idóneas y capaces, para llevarlo a puerto seguro y confiable. 

De forma tal, que el Gobierno que administra actualmente la República Dominicana, es una hechura del FMI y, no de las iniciativas o pro-actividad de éste.

Santo Domingo, R.D., lunes, 04 de abril de 2011.

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