JUAN TAVERAS HERNANDEZ
Danilo Medina es el candidato oficialista. Por lo tanto, no representa un cambio. Su postura ante las impopulares medidas económicas del gobierno ha sido de silencio, defensa o complicidad. Por lo tanto, está descartado para producir las transformaciones estructurales que demanda el país.
Utiliza un juego de palabras. No puede decir qué es “lo que está mal”, o “lo que debe corregirse”, ni que es lo que va hacer que “nunca se ha hecho”, porque lo que no se ha hecho es una revolución social que cambie el modelo económico y las estructuras mafiosas del poder. Y eso no está en capacidad de hacerlo Danilo, que es un hombre conservador del sistema.
Danilo juega a las palabras como también lo hace su amigo y socio Leonel. Son harina del mismo costal aunque se dividan coyunturalmente por ambiciones de poder. Frente al paquetazo económico, nada ha dicho. Frente al deterioro del sistema de salud y la corrupción en ese sector, no ha dicho nada. Frente a la quiebra del aparato productivo y las importaciones mafiosas en desmedro de los productores nacionales, nada dice.
Ha guardado silencio durante casi ocho años. Dijo que tenía una propuesta alternativa al paquetazo. Nunca la presentó. Los diputados y senadores de su corriente actúan sumisos frente al presidente Fernández cuando envía proyectos de leyes y préstamos que lesionan el interés nacional.
El país, bajo la conducción de Leonel Fernández y el PLD ha ido de mal en peor. Pero Danilo no se ha enterado.
Ahora quiere culpar al expresidente Hipólito Mejía, quien solo gobernó cuatro años, de todos los males del país, pero exculpa a Leonel que cumplirá 12 años de mandato. Basará su campaña electoral en criticar al exmandatario por una crisis bancaria de la que él sabe perfectamente bien que no fue responsable. Pero no dirá nada sobre la depredación de la que ha sido víctima el país en los últimos ocho años.
Leonel y sus socios son los socios de Danilo. Anda detrás de los recursos del Estado que una vez sirvieron para derrotarlo, lo cual es inmoral. Para que Leonel y sus socios lo apoyen, procura que su compañera de boleta sea la primera dama, la misma que no quería de candidata presidencial. Danilo no es el cambio. Es más de lo mismo. Y el pueblo está harto de todo lo que huela a PLD. ¡No es para menos!
Santo Domingo, R.D., miércoles, 20 de julio de 2011.
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