miércoles, 6 de julio de 2011

Sacando un clavo con otro clavo

 
EDUARDO ÁLVAREZ


Con Danilo Medina se quedaría el mismo PLD, que es como sacar un clavo con otro clavo. O calmar el dolor con otro dolor más fuerte.  Las mismas caras, inevitables como las de Félix Bautista, Alejandrina Germán, Danilo Díaz y Freddy Pérez, entre otros.  Por tanto, las mismas cabezas e  ideas.

Predominante, Leonel Fernández no ahorraría esfuerzos ni recursos para mantener su espacio más allá del 16 de agosto del 2012. Este Congreso haría muy poco por desautorizarlo, a no ser que el Ejecutivo de entonces tome la iniciativa. ¿Y que puede hacer el pobre Medina, de se electo, tan seriamente comprometido -como está-,  con su partido, con Leonel y los funcionarios que le respaldan, corruptos o no?

Las tropas del Presidente salieron, prestas,  a ocupar sus posiciones, al sonar la campana de la victoria de Medina.

No importa que haya sido nominado con el 87.18%  de los votos, muy por encima del 67.21% que favoreció a la actual estructura dirigencial del PLD. Por lo visto, un 20% de los danilistas votaron por el No, rechazando a Leonel y el resto de la cúpula.

Eso lo tapa la corbata, diría sin el menor sonrojo un peledeísta acostumbrado a los placeres que el poder prodiga, renegando de una desfasada moral boschista. Pruritos apartes, como atrás debe quedar el fracaso del certamen interno recién celebrado.

Las diligencias han sido penosas y desacertadas entre tantos malabarismos y ambigüedades. Las promesas de campaña,  zigzagueantes y calladas para no despertar la ira del Rey, reedita fracasadas formulas.  Estar con Dios y con el Diablo siempre ha dado malos resultados.

En tales circunstancias, nadie se quiere ver en los pantalones de Medina, Postular cambios con las mismas pastas es poco contagiante y creíble. Peor aún, genera rechazo. Pintar al leopardo no lo hace menos peligroso.

A propósito, la perspicacia campesina criolla encuentra similitudes y diferencias más en el sujeto que en sus enunciados.   Así nos cuentan: -si tiene cuernos de chivo, come como un chivo, berrea como un chivo, salta como un chivo y defeca como un chivo, qué otra cosa pude ser sino un chivo. O dime con quién andas y te diré quién eres.

Diferenciarse del PLD gobernante tiene para su candidato la difícil desventaja de tener que morder las manos que le está dando de comer, con promesas de una mayor ración, so pretexto de impunidad, desde luego. Renovado aquí el interminable dilema del huevo y la gallina. 

Algo que sí está bien claro ahora es la relación biunívoca Leonel-Danilo. Inquebrantable e ineludible. Sólo que, reanudando viejas fórmulas políticas,  uno siempre gana y el otro siempre pierde.

Santo Domingo, R.D., miércoles, 06 de julio de 2011.

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