jueves, 1 de septiembre de 2011

El que venga atrás que arree


EDUARDO ÁLVAREZ 

La idea es avanzar, viniendo de atrás, arrinconando a Hipólito Mejía, candidato puntero y potencial ganador en las elecciones presidenciales del 20 de mayo de año entrante. Cogerlo fuera de base, es decir, de contexto. 

Ni siquiera les preocupa a los estrategas de Danilo Medina poner distancia entre los funcionarios corruptos y su proyecto. El espectáculo de su proclamación contaba con señeros actores, que restan votos, sin embargo evitan discutirlo, en vista de que es un tema tan tozudo como irrebatible. Un rasgar de vestidura que ya sorprende a nadie ni en la forma. 

Aún el imprescindible protagonismo del presidente Leonel Fernández resulta objetable, hasta el momento, por cuanto anda, como el caracol, con una carga de impopularidad que rompe todos los récords, nada favorable para un candidato rezagado en un 32%, que no logra superar. 

Hacerle el juego a la estrategia del PLD y su candidato presidencial, es lo menos indicado. Nadie, con tantas ventajas y los vientos soplando a su favor, se coloca a la defensiva. Este es el caso de Hipólito Mejía. Que defiendan, como gatos bocas arriba, los que están abajo. 

Quien tiene que resguardarse de la mala compañía, los precios altos, la violencia, el descalabro en el comercio y las fuerzas productivas, no es otro que el candidato oficialista, co responsable de todas las calamidades por las que atraviesa el pueblo dominicano, incluyendo la corrupción. 

Es una buena noticia, esa de que el candidato del PRD va favorecer a los productores agrícolas condonándoles sus deudas, bajando los intereses o destinando fondos para salvarlos de la quiebra, por culpa de la administración del PLD. Recuperará un sector maltratado por el PLD de Danilo Medina, que aportara alimentos y divisas. 

Lo que no es una buena noticia es que la coima o comisiones de los funcionarios del que manejan grandes presupuestos gastados en las obras más costosas, es de un 80%, no de un entendible 10%, como admitió Balaguer, en su momento. 

Pasemos a revisar cada una de estas granes inversiones públicas, y comparemos lo invertido con el costo real, y eran que no estoy exagerando. 

Dejémonos de tonterías. Hagamos cálculos acerca de cuántos hospitales, escuelas, acueductos, canales de riego, quintales de semillas para la siempre y cuántos empleos dejó de percibir la población debido a este 80% de comisión que se queda en los bolsillos de los funcionarios corruptos. 

Danilo Medina sabe que no tiene moneda para devolver. Que tampoco debe esperar a ser presidente –si logra serlo- para entrarle a latigazos a compañeros del PLD, incluso en el mismo comité político. Daba un giro hacia atrás, y estrenaba el fuete el mismo día de la proclamación. Todavía los tiene en su propia casa y no lo hace. ¿Por qué? Simple: porque se queda sin dinero de campaña, jefes de campanas ni componedores intermedios. 

Ese no es el problema de Hipólito Mejía. De manera que bailar el ritmo de la aclaración y el desmentido, donde no se necesita, es innecesario. 

El que venga atrás que arree. Que se defiendan los tienen que aclararle a la sociedad de dónde sacaron tanto dinero, sin heredar una fortuna ni tener medios de producción, antes de llegar al poder. A la ofensiva se avanza, mientras que a la defensiva, nadie sale del hoyo. Más bien, se mete en él, si aún no lo está. 

Santo Domingo, R.D., jueves, 01 de septiembre de 2011. 

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