PANCARTA//
RAÚL PÉREZ PEÑA (BACHO)
Una cosa es el chivo liniero y otra muy distinta el chivo expiatorio. El chivo liniero empina las patas; pero no empina el codo.
Con orégano, el chivoPreview liniero se ha convertido en la marca liniera. Al chivo expiatorio le han dado un “tapa boca” delante de la gente y de mala manera.
Eso no se le hace a nadie.
Total, qué ha hecho el expiatorio que no hacen decenas de sus colegas ministros, legisladores y demás “compañeros del partido”.
¿Cuentas millonarias de consumo? ¿Casas en el campo y en la playa?
¿Personal a su servicio pagado con dinero público?
¿Familiares y canchanchanes disfrutando la zafra?
¿Señales de corrupción en sus dependencias? ¿Cuántos cambiaron el “lavagallo” por el “Royal Salute” de 38 años de 25 mil cañas la botella?
Al chivo expiatorio lo han dejado a su suerte. Peor, lo han puesto a pasar vergüenza.
Me informan que alguien le preguntó: “¿Cómo te quedó el ojo?” Eso no se hace. Es como burlarse del árbol caído.
El expiatorio estaba en un mesón a eso del mediodía. Allí no se juega dominó ni tenis de mesa. Pero una mesa es el centro de los invitados del “habitué”. Allí es costumbre escuchar: “¿Pedimos la otra?”.
El expiatorio ha sido llevado a la plaza como reo del mal ejemplo. Muchos funcionarios evaden hasta el sol y la sombra buscando ocultar su perversión. Muchos hacen lo mismo con la electricidad y los impuestos, mientras cargan de todo a sus cuentas oficiales.
La nueva opción del oficialismo promueve que el emergente critica “todo lo mal hecho”, pero no ha dicho absolutamente nada acerca del expiatorio, pese a que figura a su lado en fotos de campaña.
¿Qué creen los titulares del Senado y del Palacio? ¿Si se elimina el perro se acaba la rabia?
¿Si ejecutan al reo finalizan las críticas? Si la suerte del expiatorio la corren todos los funcionarios que tipifican como malos ejemplos ante la opinión pública, el gobierno se quedará solo.
Bien por Nuria al denunciar el atentado de presionar a los anunciantes para que les saquen los pies a los programas críticos.
Hará falta cuantificar la publicidad oficial que sustenta programas de TV y radio que ofenden la inteligencia ciudadana.
Santo Domingo, R.D., jueves, 01 de septiembre de 2011.
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