Voces y ecos//
Rafael Peralta Romero
No hay partido más coherente que el PLD, aunque algunos hechos sugieran lo contrario. La forma en la que fue aprobada la Ley de Gastos Públicos 2012, que tanto repudio ha merecido de la opinión pública, no ha sido en nada un acto alocado. Los palos a ciegas no son propios del PLD.
El 5 de octubre, cuando se “conoció” el proyecto en el Senado, sólo el senador de Espaillat –Vargas- intentó hacer que se guardaran las formas. Pero ¿qué dijo el combativo senador Guerrero? ¿Dijo algo el juicioso senador Calderón? ¿Qué opinó el versátil senador Mariotti? Los tres son seguidores de Danilo Medina. A través de ellos pudo hablar el candidato presidencial. Pero no hablaron. Ni habló.
Medina firmó públicamente un compromiso de dedicar el 4 por ciento del Producto Interno Bruto para la educación. Si gobernara desde 2012, era este el momento de que esa disposición se colocara en la Ley. Es sabido que el presidente Leonel Fernández no ha mostrado simpatía alguna con el reclamo de 4 por ciento para la educación.
La esposa del mandatario -que le sería impuesta a Medina como compañera de boleta- se ha permitido pronunciarse contra ese sentido reclamo, capaz de unificar a grupos de marcada diferencia social e ideológica. La doctora Margarita Cedeño ha demostrado plena unidad de criterio con su esposo y jefe político.
La aprobación por parte de los diputados, aunque menos apresurada, es demostrativa también de que el PLD cumple fielmente su divisa de hacer lo que conviene a sus intereses. En una sesión que duró veinte minutos, los diputados aprobaron la ley al margen de la demanda de toda la sociedad por el 4 por ciento, de la Universidad estatal y del Poder Judicial.
Hipólito Mejía no sólo firmó el compromiso de otorgar 4 por ciento para la educación, sino que proclamó su simpatía con ese anhelo social desde antes de ser elegido candidato presidencial del PRD. La forma de obrar del Congreso parece dirigida a no facilitar las cosas para que Mejía cumpla sus promesas.
Estas actitudes dan la impresión de que el PLD ha iniciado su acantonamiento para esperar estratégicamente colocado a quien dirigirá el Poder Ejecutivo a partir del próximo año, que todas las señales indican será Hipólito Mejía, como se han percatado los propios dirigentes peledeístas.
El espíritu democrático no es precisamente la virtud más apreciada por el PLD. Nunca ha creído en la democracia, desde cuando la citaba como “la mentada” y llamaba a las elecciones “matadero electoral”. El tratamiento a la Ley de Presupuesto anda en consonancia con ese hondo sentir peledeísta.
Se trata de un adelanto a lo que podría ser el estilo peledeísta ante el gobierno que presidirá Hipólito Mejía a partir de 2012. En eso consiste su coherencia.
Santo Domingo, R.D., Sábado, 29 de octubre de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario