miércoles, 7 de diciembre de 2011

El país ante el CELAC


Eduardo Álvarez 

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) fue creada el 23 de febrero del 2010, durante la Cumbre de la Unidad de America Latina y el Caribe celebrada en México. Pero no fue hasta la semana pasada cuando quedó constituido en su primera cumbre celebrada en Caracas. 

Plantea una serie de preguntas cuyas respuestas darían explicación a este nuevo experimento unificador de 33 países, con una población total que ronda los 550 millones de habitantes, en una extensión de más de 20 millones de kilómetros cuadrados. 

Cuestiones a ser despejadas: sede, idioma, bandera, identidad cultural y, sobre todo, los factores integracionistas, aparte de los consabidos protocolos y declaratorias que pasan a engrosar los textos de consultas. La moneda única y el rompimiento de fronteras parece ser las vía más expedita hacia una real unidad económica, pero la crisis que ahora afecta a la Zona Euro cuestionan este planteamiento. El asunto se nos presenta más complejo. 

Con un PIB de aproximadamente 6.3 billones de dólares podría convertirse en la tercera potencia económica mundial, además del mayor productor de alimentos y el tercer mayor productor de energía eléctrica. 

Brasil, México, Argentina, Colombia y Venezuela son los líderes económicos de la región sumando casi el 90% del PIB. De manera que a los 28 países restantes deben entender el papel a desempeñar, a los fines de ser tomados en cuenta y respetado, no por sus potencialidades económicas, sino por asumir con dignidad el rol ajustado a su condición. 

Venezuela y Chávez han asumido un bien ganado liderazgo, convocando a la integración, aunque debemos hacer la salvedad de que comete un error pretendiendo desplazar la OEA, como rector político regional. Diferenciar sus metas y objetivos puede fortalecer al CELAC, sin competir con la OEA. Cuba ha sido tomada en cuenta para liderar las naciones caribeñas, para lo cual le bastan los altos niveles en la calidad de vida de sus habitantes. 

A propósito y sin animo establecer comparaciones, los dominicanos tenemos que pasar revistar a nuestro comportamiento frente a nuestros vecinos. Las calificaciones en educación, salud y transparencia no pueden ser peores para nuestro país, lo cual incluye al presidente Fernández. ¿Será por eso que nos excluyeron de las comisiones de trabajo del CELAC? (ya resulta sospechoso que Chávez no recibiera a su colega dominicano, a pesar de que, previamente, Palacio había anunciado ese encuentro). Sus afane por lograr retratarse saludando al mandatario venezolano nos recuerda el aislamiento a que fue sometido Berlusconi, hace un par de semanas, en la víspera de su caída en desgracia. 

Experiencias afines, como el Unasur, Mercosur, el CAN, Aladi, Sela, LCAN, el Alba y el DR-CAFTA, entre otras, sitúan al CELAC en la disyuntiva de escoger, con determinación, un sendero más claro y definido, si busca aprovechar lo mejor de cada una y desechar sus errores. 

Santo Domingo, R.D., miércoles, 07 de diciembre de 2011. 

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