MI VOZ ESCRITA//
Jorge Herrera
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Al final del primer párrafo de la entrega anterior planteé que la salida forzosa de Miguel Ángel García del Centro de Cómputos para sustituirlo por Franklin Frías, connotaba un plan diabólico. La denuncia de Enmanuel Esquea lo confirma. Sin embargo, nunca pensé que fuera de tanta envergadura. Ciertamente, era un plan perverso del CP del PLD, ya subyugado por Leonel con el poder que proporciona el Poder.
Es obvio que el mandatario estaba convencido de que podía burlar el mandato constitucional que impide al Presidente postularse de manera consecutiva; y al no poder, optó por aquel discurso infeliz donde dejó dicho: “no me postulo, porque no me da la gana”. ¡El ridículo necesario para tipificar a un altanero!
La reacción de la señora Lara Guerrero en nombre de la “Coalición por una Justicia Independiente”, que hasta emplaza a que haya solución antes de enero, resulta altamente sospechosa. Se circunscribe a la salida de la JCE de los funcionarios cuestionados, y resulta que lo importante es aclarar lo que denunció Miguel Ángel García. ¿Acaso ella desconoce ese detalle? Esta vez, con matar al perro no se acaba la rabia…
La insolente e insidiosa descarga verbal de Reinaldo Pared Pérez cuestionando la mediación de monseñor Agripino Núñez Collado, desdice mucho de su condición de máxima autoridad del Primer Poder del Estado. Que él también sea secretario general del partido gobernante, no es óbice para que olvide que con su actitud boicotea la solución de un “affaire” que compete al tribunal electoral.
La desesperación no es buena consejera; menos si, delante del que se siente a un tris de la horca, se pronuncia la palabra soga. Sin ánimo de sádica ironía, se me ocurre que, como Reinaldo y Francisco Javier saben que sus días de bonanza están contados, con barrilito y nepotismo por un lado y con Marzouka y unos alegados negocios inmobiliarios propios y testaférricos por el otro, están que no les cabe una aguja por el pichirrí.
Santo Domingo, R.D., sábado, 10 de diciembre de 2011.
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