Luis José Chávez
Si Miguel Vargas ha tomado la decisión de no integrarse a la campaña electoral del partido que él preside, hay que respetar su decisión, no porque sea legítima sino porque insistir en el tema sería peor.
Si el presidente del PRD ha preferido coincidir con el partido de gobierno en el conflicto sobre el Centro de Cómputos de la Junta Central Electoral, en la elección de los miembros de las altas cortes y en la designación del próximo secretario de la Liga Municipal Dominicana, también debemos aceptar su voluntad, aunque no estemos de acuerdo con él.
Y si varios de sus seguidores, incluyendo diputados, alcaldes y regidores, anuncian la decisión de respaldar al candidato presidencial del PLD, tampoco se debe producir una reacción desproporcionada dentro del Partido.
El PRD no tiene por qué coincidir con la estrategia del PLD de convertir en tema central de debate las diferencias planteadas por la posición disidente del ingeniero Vargas.
Ing. Miguel Vargas, presidente PRD.
Además de su responsabilidad ética y política como presidente del PRD, Vargas sabe muy bien que más del 70 por ciento de los dominicanos entienden que el país va por mal camino y que más del 99 por ciento delos perredeístas quieren que su partido gane las elecciones de este año. Nadie tiene que recodarle eso ni reclamarle que actúe en consecuencia.
Pero tampoco hay que dar como un hecho definitivo que Miguel ha desertado de sus responsabilidades partidarias en un momento crucial para la vida institucional del país.
Debe esperarse todavía que se aboque a una reconciliación con su partido con tiempo para hacer su aporte a la victoria. Pero si no lo hace tampoco hay que pelearse con él. Simplemente no es conveniente y en política generalmente se hace lo que conviene.
Hipólito Mejía y el PRD deben contar con sus propias fuerzas y con la voluntad de cambio de una sociedad que necesita imperativamente detener el proceso de deterioro que vive el país en todos los órdenes. Eso no lo cambia ninguna voluntad individual.
Mientras tanto, dejemos tranquilo a Miguel.
Santo Domingo, R.D., viernes, 13 de enero de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario