Eduardo Álvarez
Sin los resultados propuestos en el tiempo suficiente, los estrategas de campaña del candidato presidencial del PLD se han empleado a fondo en la tarea de inventar situaciones inexistentes alrededor de Hipólito Mejía.
A falta de pegada de un producto insubstancial, con poco o nada nuevo que ofrecer, les preocupa el acelerado crecimiento de un puntero contrincante que avanza firme, poniendo de una distancia de hasta quince puntos. El candidato del PRD reúne en torno a él las aspiraciones de cambio de un pueblo hastiado de la corrupción y la insensibilidad del grupo representado en Danilo Medina.
Infranqueable realidad que los lleva levantar campamentos de combates dentro del PRD, tratando de sonsacar dirigentes, legisladores y alcalde en una labor de zapa que tampoco les ha dado resultado.
“La voluntad y la necesidad de cambio que tiene la República Dominicana es más fuerte que la voluntad de individual de cualquiera de los perredeístas”. Esta frase lapidaria del el ex senador y presidente en funciones del PRD, Andrés Bautista sella la unidad de ese partido, desechando las más perversas insinuaciones en ese sentido, instigadas por el equipo de propaganda de Medina. Bautista es un cercano colaborador y hombre de confianza del presidente del PRD.
Para que no quepa la menor duda de las serias debilidades que hoy acusa el candidato oficial, el presidente Leonel Fernández ha dejado entrever esta semana las causas de la posible derrota de su partido. Noes la primera vez que da estas señales. En una suerte de mea culpa en la víspera de las elecciones, dijo que “la oposición no gana elecciones sino que las pierde el partido en el Gobierno cuando no realiza una buena gestión, y si no se mantiene la estabilidad y el crecimiento económico”.
Todas las encuestas, aún las condicionadas por el PLD, otorgan una pésima calificación a la actual gestión, atribuyendo en consecuencia la causa del estancamiento de Medina a esa baja puntuación. Es ya una perogrullada decir que Leonel Fernández es el presidente que ha concitado la mayor tasa de rechazo en los últimos 50 años. No tenemos que repetir aquí que ha sido evaluado varias veces como el peor del continente. En lo que respecta a la economía, la situación por la que atraviesa la mayoría de los dominicanos no puede ser peor.
Un fardo tan pesado como éste, la falta de ángel o carisma del producto final y la ausencia de un discurso convincente no le deja otra opción a los apurados encargados de campaña de Medina, que no sea meter caballos de Troya en terreno perredeísta y crear la sensación de un empate técnico mediante las consabidas encuestas.
Único recurso disponible para reanimar a una militancia apagada frene a las evidencias de una derrota. A falta de pan, casabe. Estrategia entendible, cuando no aceptada. Es que, como pregonaban nuestros sabios abuelos, donde Dios no puso, no puede haber.
Santo Domingo, R.D., miércoles, 25 de enero de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario