Félix Santana García
Uno de los periódicos matutinos que a diario se publican en República Dominicana trajo en su sección económica del sábado 18 de febrero del año que discurre reseñas de estudios realizados bajo los epígrafes de: “bajar las importaciones impactaría negativamente la producción local y “la deuda pública a enero 2012 era de solo US$16,678 millones”, sin que se tomaran en cuenta en dichos análisis una serie de observaciones válidas a la luz de la realidad.
Por ejemplo en lo que concierne al primer estudio, se afirma que la República Dominicana está limitada para reducir el creciente déficit comercial que a diciembre 2011 ronda los US$6,000 millones, ya que estudios realizados dan cuenta que una reducción de las importaciones seria negativa a la producción nacional, pues muchas de las importaciones son insumos y materias primas utilizadas en distintos sectores productivos.
Esta aseveración no puede asimilarse como verdad absoluta ya que supone que no se produce solo para el mercado local sino para el internacional mediante la búsqueda de nuevos mercados y alternativas de producción.
Hay tendencia en el país de que todo lo que se consume debe ser importado cuando se sabe que muchas de esas importaciones se llevan a cabo para favorecer a ciertos sectores y funcionarios que prefieren cuotas y permisos de importaciones, a los fines de obtener pingues beneficios a través de comisiones y canonjías, dejando a un lado las ventajas comparativas y competitivas del país en algunos rubros productivos.
Hay muchos productos que pueden ser de factura netamente local, y otros no obstante tener un fuerte componente de insumos y materias primas importadas, pueden abaratar sus costos, pues el costo de la mano de obra directa nativa, segundo componente del costo de producción de un bien o servicio, no es tan alto, pues más del 60% de los salarios percibidos por los trabajadores dominicanos no alcanzan mas de RD$10, 000.00.
Lo que realmente hace que la producción local no pueda competir en el plano internacional son los altos costos indirectos de fabricación, tercer elemento del costo de producción, entre los que se encuentran: los impuestos, intereses, combustibles y energía eléctrica, entre otros, ya que las empresas manufactureras además de disponer de plantas de emergencia deben pagar el kilowatts de energía por encima de los US$0.20 centavos, cuando los demás países de la región tienen costos mucho más bajos.
Las autoridades de turno deben coadyuvar a que los sectores productivos sean más competitivos a los fines de aumentar las exportaciones, mediante el abaratamiento de los costos de producción, dejando de coger los mangos bajitos con importaciones onerosas para el país, debilitando con ello el aparato productivo de la nación, aumentando el desempleo y bajando los ingresos de divisas.
En lo que concierne a la deuda pública la cifra de US$16,678 millones, no es creíble, no obstante provenir dicha información de la Dirección de Crédito Público, ya que el método contable para el registro de las transacciones económica-financieras en el país es por lo devengado y no por lo percibido, es decir, que la transacciones o eventos financiero- económicos se consideran realizados desde el mismo momento de pactarse las operaciones, sin que por medio exista la entrega de dinero.
Además por el hecho de que muchas operaciones de financiamientos o compromisos no se registran como tales, tal el caso de los descuentos de facturas a favor de proveedores y constructores del Estado, las cuales son descontadas a través del Banco de Reservas (factoring) y no registradas como deudas a través de la Dirección de Crédito público y contabilidad gubernamental.
Si se consolidan todos los compromisos, obligaciones o pasivos del gobierno a favor de terceros, estos adeudos ascenderían a la suma de US$24,000 millones a diciembre 2011, pues habría que incluir el cuasi fiscal del Banco Central, las deudas con: contratistas, proveedores, generadores eléctricos y Refinería Dominicana de petróleo que a la fecha se le debe la suma de RD$2,000 millones.
De manera pues que los estudios interesados aquí comentados carecen de credibilidad absoluta pues los mismos no contienen la objetividad necesaria, ya que estos se inclinan a favor de los beneficiarios del actual modelo y en contra del desarrollo de la República Dominicana.
Es por ello que el candidato del opositor partido Revolucionario Dominicano, Ing. Hipólito Mejía Domínguez, virtual ganador de la contienda electoral del venidero 20 de mayo, aboga porque en un próximo gobierno suyo privilegiará la producción nacional y estabilizará las finanzas públicas.
Santo Domingo, R.D., lunes, 20 de febrero de 2012.
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