SAUL PIMENTEL
Director almomento.net
Falta de formación, ausencia del necesario equilibrio informativo, tendencia a hacer denuncias sin el debido sostén y autocensura caracterizan el panorama actual
Desde hace algún tiempo he estado preocupado por el deterioro del ejercicio del periodismo en la República Dominicana, que se evidencia en noticias mal redactadas y hasta con faltas ortográficas publicadas por los distintos medios, ausencia del necesario equilibrio informativo, la formulación de denuncias sin el debido sostén y en la tendencia creciente de quienes ejercemos esta profesión a hacer causa común, de manera pública, con determinados partidos o candidatos. Pero lo que es peor, es cada vez más común la autocensura (la cual es más nociva, perjudicial y peligrosa que la censura), a la cual muchos nos inclinamos unas veces por temor a perder anunciantes y otras por el simple deseo de resultar simpáticos a determinados sectores económicos o políticos.
Lo anterior ha hecho que el público se sienta unas veces insatisfecho y otras indignado, y se haya inclinado por los programas interactivos, en los cuales mediante llamadas telefónicas en vivo puede expresar sus inquietudes y hacer denuncias, al margen de los comunicadores.
Precisamente, debido a ello, cuando hace cinco años lancé ALMOMENTO.NET a la luz pública, me sentí tentado a hacer lo que nadie había hecho: abrir a todo el mundo (sin importar su condición económica o credo social) los comentarios que se escriben debajo de las noticias. Otros medios no permiten estos comentarios, y los pocos que los aceptan exigen al lector que se identifique y registre llenando numerosos requisitos. (Finalmente, dependiendo de los intereses personales, políticos o económicos del encargado de turno o de la empresa en que éste labora, esas opiniones populares son publicadas). ALMOMENTO.NET ha tenido la osadía de permitir que Usted escriba desde cualquier lugar y con sólo dar "enter" el comentario sale publicado, sin censuras ni cortapisas de ningún tipo. Tal es la situación que hasta a mí mismo y a este periódico, le han sido hechas críticas unas veces jocosas y otras mordaces.
También ALMOMENTO ha querido ser liberal en su sección de artículos de opinión, dando cabida a personas "sin nombre", las cuales a nuestro juicio tienen el derecho a opinar y a ser articulistas, igual como lo hacen aquellas de nombres tradicionales y sonoros.
He recibido presiones de todo tipo para que suspenda estas prerrogativas. En mis oídos es frecuente escuchar la frase: "Tu periódico es muy bueno, lo único que no me gusta son los comentarios ésos que se escriben debajo de las noticias, en los que todo el que quiere puede opinar". Pero lo cierto es que decidí impulsarlas no para agradar, sino precisamente para que la gente común tenga una válvula de escape y pueda hacer sentir su voz, tratando de que ALMOMENTO.NET sea "la voz de los sin voz de la República Dominicana".
No culpo del mencionado deterioro a los comunicadores sino mas bien al sistema vigente, pues hay debilidades en las escuelas de periodismo, lo cual hace más vulnerable nuestra profesión.
Pretendiendo aportar mi granito de arena, inicié una jornada para transmitir en forma gratis a mis colegas parte de los conocimientos que yo, un humilde servidor, he adquirido durante más de 30 años de experiencia periodística. Comencé impartiendo talleres individuales en San Cristóbal, mi ciudad natal, continué en Santo Domingo en la sede del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y luego fui a San Francisco de Macorís, Neyba y Santiago de los Caballeros.
Entonces grande fue mi sorpresa al descubrir que la Embajada de los Estados Unidos tenía la misma preocupación mía respecto al deterioro del ejercicio periodístico y a la creciente falta de ética de los comunicadores dominicanos. Discutimos el tema y estuvimos de acuerdo en que no puede haber ética donde no hay una suficiente educación. Y nos surgió la idea de iniciar una cruzada mucho más organizada y amplia, llevando talleres sobre “Técnicas de Redacción Periodística” y “Etica en Campaña Electoral” a las distintas regiones del país. (Sentí la satisfacción de que, desde un principio, ellos hicieron hincapié en figurar como co-auspiciadores de estos eventos junto al periódico ALMOMENTO.NET, dando de esa manera a este medio una inusual importancia).
Acepté esta alianza porque siempre he admirado el periodismo estadounidense, al que considero el más profesional, imparcial y poderoso, tanto así que en una oportunidad los reportajes de un prestigioso diario de la capital norteamericana provocaron la renuncia de un presidente. A lo largo de la historia, han abundado los casos en que medios de prensa de ese país han enfrentado con éxito a funcionarios locales y nacionales. (A partir del 1994 y durante una década estuve laborando como corresponsal en la República Dominicana de dos importantes agencias norteamericanas, primero con Associated Press y luego con CNN En Español y pude comprobar la meticulosidad e imparcialidad con que los ellos hacen periodismo, mostrando siempre las dos caras de una misma moneda, muy diferente a como hacemos nosotros).
El ciclo de talleres formativos se desarrolló durante cinco meses y abarcó las distintas regiones. El punto de partida fue Barahona el pasado 22 de noviembre para comunicadores del Suroeste, se continuó en Mao el 10 de diciembre con informadores del Noroeste, en Santiago de los Caballeros el 18 de noviembre con los del Cibao Central, el 11 de febrero en San Francisco de Macorís con los del Nordeste y finalmente en La Romana con los de la región Este. En Barahona, Santiago de los Caballeros y San Francisco de Macorís la periodista Altagracia Salazar tuvo a su cargo la parte de “Etica en Campaña Electoral” y en Mao y La Romana dicha tarea estuvo a cargo de Elvira Lora, quien es directora de la Escuela de Comunicación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. En los cinco talleres, yo expuse sobre las técnicas de redacción.
En todos los casos hubo una respuesta masiva. Más de doscientos comunicadores (una cifra que considero relevante) se interesaron en el tema y participaron en esos talleres, lo cual, dicho sea de paso, dice mucho de su deseo por aprender y su disposición de realizar un mejor trabajo, en beneficio de la sociedad.
Concluida esta ambiciosa jornada, mi esperanza es que arroje algunos frutos. En lo que a mí respecta, siento humildemente la satisfacción del deber cumplido.
Santo Domingo, R.D., miercoles, 22 de febrero de 2012.
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