Dr. Williams De Jesús Salvador
El 8 de diciembre de 1991, el liderazgo supremo representado por Boris
Yeltsin, Stanislav Shushkevich y Leoniv Krevchuk, en representación de Rusia,
Bielorrusia y Ucrania, ex repúblicas de la URSS de población eslava, se
reunieron en el coto natural de Belovézhskaya Puscha para firmar un acuerdo que
pusiera fin a la Unión Soviética y establecer la Comunidad de Estados
Independientes (CEI), respectivamente, firmaron el documento que ponía fin a la
existencia de la URSS. En su parte introductoria este histórico documento, reza
como sigue: “La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas deja de existir como
sujeto de Derecho Internacional y realidad geopolítica”.
Así llegaba a su fin, la unión de estados
nacida en 1922, bajo la férula del PCUS, es decir, el Partido Comunista de la Unión
Soviética, que había fundado sobre las ruinas imperiales de los Zares, la Unión de Republica Soviética, después de
la revolución bolchevique, que había puesto fin a la era de los Romanov. Fueron
70 años de poderío militar y político, en la que el mundo se hizo bipolar,
Capitalismo y Comunismo, constituidos
por los “Estados del Pacto de Varsovia,
por una parte, y la OTAN”, como
contraparte.
No es ocioso recordar, que la Unión Soviética, estaba integrada por 15
países, sobre un terreno de 22, 400,000
Km2. Ocupaba parte de Europa y Asia.
Hay que establecer que el régimen de Mijaíl
Gorbachov, fue el principio del final, en 17 de marzo del 1991, se hizo un
plebiscito y la mayoría de los
ciudadanos, el 76 %, se había pronunciado a favor de la Unión Renovada.
EL 20 de agosto de ese mismo año, había
sido anunciada la firma del nuevo tratado de
la unión, en la que la URSS, pasaría habitúeselos convertirse en un
Estado Federado de Republicas Independientes y Soberanas. Esta decisión había
sido fruto no solo de la decisión plebiscitaria sino, que el día anterior el 19
de agosto del 1991, un intento de golpe de estado al Primer Ministro Mijaíl
Gorbachov, había estremecido los cimientos de la URSS, y el presidente Boris
Yeltsin, a las 9 de la mañana de ese día, había calificado de reaccionario ese
intento golpista.
Disolución de la URSS.
El Comité Estatal de Emergencia, suspendió
las actividades políticas de todos los partidos políticos, mientras que en
Moscú, entraron las tropas, que encontraron la resistencia del pueblo,
encabezada por su Presidente Boris Yeltsin, cuya fotografía histórica frente a
un tanque de guerra, le valió el reconocimiento de su pueblo.
El Kremlin había empezado a desmoronarse en
el mismo momento que el Muro de Berlín, (Berliner Mauer- en Alemán). Era derrumbado para dar paso a la
reunificación de la República
Democrática Alemana y la Republica Federal de Alemania, el 9 de noviembre del
1989, esta barrera divisoria había sido construida el 13 de agosto de 1961. La
caída de este, es el inicio la era conocida como “Guerra Fría“, que concluyó
con la disolución de la Unión de Republicas Soviética.
Hay que señalar que los Estados Unidos de
Norteamérica, era para ese entonces gobernada por el Partido Republicano, el
Presidente era Ronald Regan, un ex actor de Hollywood, quien se convirtió en
uno de los más fascinantes líderes políticos de los EE.UU, por su carisma y la
reciedumbre de su personalidad como estadista.
La Federación Rusa, fue la sucesora de todo
lo que significo la URSS, en materia de política internacional, por lo que las
posiciones a nivel de los organismos diplomáticos mundiales las hereda, como
era lógico, pues Rusia constituía el equivalente al 60 % de las quince naciones
de la Unión Soviética.
Uno de los acontecimientos que mantenía el
mundo de la década de los 90 en vilo, era el hecho que las independizadas
republicas de la unión, poseían un gran poderío nuclear, lo que constituía una
amenaza importante a la paz mundial, porque además, se rumoraba que muchas de
estas naciones que habían quedado en grandes desventajas económicas, por lo que
en el marco de esa independencia quedaban muy maltrecha económicamente, podrían
negociar con terceros países parte de sus herencias nuclear.
Pero no fue así, uno de los éxitos más
extraordinarios y aporte a la paz universal que brindo el primer presidente de
la Federación Rusa, Yeltsin, fue lograr que esas naciones entregaran voluntariamente sus armas nucleares.
El Presidente Boris Yeltsin, anuncio el
inicio de la política de mercado y las reformas radicales, que constituían el
tránsito hacia políticas de corte
capitalista, siguiendo las huellas polacas del “big bang”, o terapia de
choque., que significaba, la aplicación
de un paquete de medidas económicas de corte neoliberal, fundamentada en el
“Consenso de Washington” del FMI y el Banco Mundial, bajo la orientación del
Departamento del Tesoro Norteamericano.
La troika económica que el nuevo estado
tenía que establecer, como parte de las
políticas de reformas, eran la privatización, liberalización de los mercados y
corte de los subsidios a los productores rusos, acostumbrados al financiamiento
del estado. Todo esto significaba un reto enorme, mantener la estabilidad
macroeconómica. Esta enorme obra de gerencia financiera del estado naciente,
fue responsabilidad del joven economista de 35 años, Yegor Gaidar.
La Rusia de hoy, es fascinante,
extraordinaria, gigante, imponente en el escenario internacional, que en dos
décadas de vida democrática, ha sido capaz de readecuarse a los signos de una
era caracterizada por la velocidad
implacable de los cambios mundiales. (Continuaremos…)
Santo Domingo, R.D., sábado, 25 de febrero
de 2012.
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