domingo, 26 de febrero de 2012

Sin control ni monitoreos estrictos

Félix Santana García 

En los próximos seis meses de este año el presupuesto nacional registrará un faltante de caja de más de RD$17,000 millones al no poder recibir los US$500 millones pautados y otros ingresos, al romperse el Acuerdo Stand-by entre el Gobierno y Fondo Monetario Internacional (FMI) luego de que las autoridades de turno incumplieran las metas asumidas en varias cartas de intención, incluida el aumento de la tarifa eléctrica y la falta de prudencia, precaución, responsabilidad y disciplina en la administración de los gastos.

La descontinuación del indicado acuerdo implica desde ya disminución de las inversiones, desembolsos de préstamos, ineludible reforma fiscal, re-estructuración tarifaria del sector eléctrico y mejoría de la competitividad con más inversiones en educación y capital humano.

La situación fiscal de la República Dominicana es tan crítica que el déficit de caja al mes de enero 2012 fue de RD$2,943 millones por encima de la línea (flujos de gastos e ingresos) y un déficit de RD$16,346 millones por debajo de la línea (“según fuentes de financiamiento), cifras sujetas a confirmación.

El hecho de no haber un control y monitoreo estrictos de la ejecución presupuestal de parte del FMI y mucho menos de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana, institución débil, al servicio del Poder Ejecutivo y el Senado de mayoría oficial y, ante una derrota en las elecciones del próximo 20 de mayo por el partido mayoritario de la oposición (PRD), les ha llevado a gastar de forma exorbitante, revelando incorrecta formulación y ejecución presupuestal.

Es tan preocupante la situación financiera nacional que la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), Asociación Dominicana de Exportadores (ADOEXPO), Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR), Funcionarios del Área Económica de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), entre otros sectores, sugieren al gobierno la aplicación de una efectiva política fiscal y la urgencia de realizar una reforma fiscal integral.

Pero ninguna de estas sugerencias se escuchan ya que su norte es la de tratar de avasallar a la oposición política, sin importarle lo maltrecha que queden las finanzas públicas al terminar el torneo electoral. Lo relevante es su permanencia en el poder a como dé lugar, sin tomar en cuenta al pueblo desposeído.

No es que no se gaste, sino hacerlo en aéreas necesarias, con calidad y control en el gasto, con mesura, criterios de responsabilidad y madurez. En estos últimos días de gobierno peledeísta las fuerzas vivas de la nación deben estar alertas porque se estila en este tramo y más cuando se sabe perder el poder, llevarse hasta los muebles del Estado para los hogares de funcionarios y empleados, para evitar que terminen de desfalcar el erario. 

Es todo un contrasentido, quieren los votos de la población, pero sin importarle su suerte y bienestar. Lo primordial son sus intereses particulares, caiga quien caiga. Es duro perder el poder político, pero su mala gestión les llevará seguro a ese derrotero.

Así querían estar, sin control ni monitoreo del gasto público para gastar a sus anchas. Cuanta irresponsabilidad e insensibilidad. Gobierno y partido que no funcionan, deben ser reemplazados por ineficientes y corruptos. 

Santo Domingo, R.D., lunes, 27 de febrero de 2012.

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