Eduardo Álvarez
A los diputados no les faltan motivos para
reclamar un reajuste para llevar sus ingresos mensuales en medio millón de
pesos. De hecho, no encuentras en todo el país un asalariado satisfecho con lo
que gana, excepto un reducido número de funcionarios público y ejecutivos
privados. No hay nada nuevo en revelar que el poder adquisitivo del peso
dominicano ha caído en los últimos dos años de manera preocupante.
Tampoco deja de ser alarmante que los
congresistas sólo se levanten para indexar sus ingresos, olvidando que miles de
obreros y empleados con salarios tan deplorables que acumulados durante 60
meses no alcanzan el monto asignado a cada
diputado en un solo mes. Irritante e insostenible desigualdad.
Los diputados devengan RD$175 mil pesos
mensuales, sin incluir, gastos de representación de RD$35 mil, RD$45 mil para dieta, RD$10 mil
para asistir a cada sesión, oficina, chóferes, combustibles y otros.
El vigilante, el policía y el soldado que
ganan entre cinco y siete mil pesos al mes son poco menos indigentes en un
sistema excluyente como este que reduce a los reduce a la asistencia social,
con lo cual trata de lograr una dependencia política, fraudulenta y engañosa.
El gobierno del PLD ha ido articulando
un sistema desbalanceado auspiciador de
las condiciones que empujan a las clases media y profesional al pluriempleo, el
estancamiento y sumisión política. Otra
forma de enajenar voluntades y degradar los valores de la sociedad.
Para la joven pareja impedida de sostener a
sus hijos y la estabilidad de su hogar, también se impone un reajuste de
sueldos. Para miles y miles de campesinos, jornaleros, artesanos y noveles
profesionales, sin empleos la actividad informal es la única opción, con sus
agravantes de inestabilidad e inseguridad.
Un tema vital que sí justifica un reajuste salarial y económico.
Santo Domingo, R.D., jueves, 16 de febrero de 2012.


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