No fue una sorpresa que Hatuey haya pactado
con Hipólito
LEANDRO GUZMÁN
Las recientes alianzas de pequeños partidos
y organizaciones de la sociedad civil con el PRD y el PLD es un proceso que se
torna interesante, dada la tradicional sumatoria del pasado, donde en alguna
oportunidad un Partido ganó gracias al concurso de otro mucho más pequeño.
La más reciente e importante alianza
suscrita hace poco fue la del Partido Revolucionario Dominicano Social
Demócrata con el PRD, es decir, entre Hatuey Decamps e Hipólito Mejía. Hatuey
se mantuvo algunos días antes de decidirse, aunque previamente se había reunido
con el candidato del PLD, Danilo Medina.
No fue una sorpresa que haya pactado con
Mejía, puesto que Hatuey Decamps, como quien dice, nació, se crió y ganó su
liderazgo dentro del PRD. Es considerado como un hábil político, con gran
experiencia, experto en el desarrollo de planes organizativos y un excelente
polemista.
El retorno a sus orígenes políticos de
Hatuey Decamps, no cabe duda, que fortalecerá al PRD, pues además de su
preparación, el dirigente cotuisano está en condiciones de aportar recursos
económicos importantes, porque muchos de los contribuyentes piensan que ahora
sí el PRD puede ganar.
Esto sería muy significativo, pues el
candidato del Gobierno tiene a su favor innumerables recursos del Estado, como
se puede apreciar en la desmedida promoción publicitaria nunca vista antes en
la historia electoral del país. Esa alianza, a nuestro juicio, contribuye a un
mayor equilibrio entre las dos grandes fuerzas políticas, que puede dar lugar a
un final más transparente, posiblemente con una segunda ronda de votaciones.
Ese equilibrio incluso podría determinar
que haya menos abstenciones, al polarizarse las fuerzas, lo que daría más
legitimidad al candidato ganador.
Los que últimamente han formado “grupos de
apoyo” carecen de una base social y política que no determina grandes
aportaciones en términos de votos para que uno de los dos Partidos obtenga el
triunfo. Esos grupos han surgido “al vapor”, similares a los que forman parte
del transfuguismo, que son aquellos que saltan de un Partido a otro en busca de
prebendas o de mantener la impunidad de que han gozado hasta ahora.
La Historia dominicana demuestra que en
muchas ocasiones un candidato ha logrado el triunfo gracias a los votos del
sector externo, que al final se inclina por quien confía en que va producir las
necesarias transformaciones que necesita el país. Esos, finalmente, son los
votos decisivos, porque son más razonados que cuando se es fanático de una
organización. Sin embargo, no podemos negar que los liderazgos juegan un papel
preponderante.
Santo Domingo, R.D., martes, 20 de marzo de
2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario