sábado, 24 de marzo de 2012

Crónica de una alegría


EN PLURAL 
Yvelisse Prats Ramírez De Pérez 

El miércoles pasado tuve una experiencia alegre, estimulante. Chabela Mejía de Grullón me invitó a dar una charla a las mujeres del Sector Externo que se nuclea alrededor de la candidatura de Hipólito Mejía, y allí estuve hablando sobre “Mujer y Política”, empapándome de renovadora confianza.

Todas las presentes éramos mujeres, la mayoría jóvenes. Algunas, doña Rosa de Mejía, Zaidita y Charito Lovatón, la propia Chabela, mi asistente Luisa Sánchez y yo, otras siete u ocho más, perredeístas. Las demás, varias conocidas, eran mujeres sin militancia en mi partido; unas llegaban de distintos partidos, otras de una indefinición política que empieza a perforarse a través del apoyo a Hipólito, el candidato del PRD.

 Todas, ciudadanas de clase media-media, y media alta, organizadas en este Sector Externo por un hambre distinta a la que sufren tantas otras mujeres dominicanas, pero también acuciante: la búsqueda del pan tranquilizador que sacie el ansia de paz, de seguridad, de justicia, que sus espíritus cristianos sienten ante este “Nueva York chiquito” que es en verdad una pobre República Dominicana maltrecha por la corrupción, la violencia y las mentiras empecinadas.

Mi charla estaba preparada en Power Point para durar una hora. Estimulada por los aplausos repetidos, y por la atención más concentrada de todas las que he concitado en mi vida, estuve hablando ¡dos horas!, y al final me dijeron entre abrazos que se habían quedado con ganas de seguir escuchando.

¿Qué les dije, que me dijeron ellas? La lucha larga que nosotras, mujeres, hemos librado y estamos librando, por la igualdad que nos niegan los perjuicios, los atavismos y los constructos sociales poco democráticos, se proyectó en Power Point con nombres admirables: desde un pensador no machista, Fourier y Olimpia de Gourges, hasta la nuestra, Salomé, sus discípulas, Abigail Mejía, Carmen Natalia y Josefina Padilla, y las mariposas Mirabal aleteando alto para invitarnos al vuelo.

Chabela Mejía de Grullón.

Como patrimonio entrañable del PRD, doña Zaida Ginebra, Rosa Julia de la Cruz y Milagros Ortiz Bosch, quien impulsó desde el Senado importantes conquistas para las mujeres, dieron desde la pantalla ejemplos cercanos de ciudadanía y entereza.

Y porque las mujeres dominicanas somos las principales administradoras de la crisis ¡y vaya si está en crisis nuestra sociedad en su conjunto! les hablé en esta charla encendida de lo que nos reclama este tiempo electoral, aquí y ahora: trabajar por el CAMBIO.

El cambio es un concepto rotundo. Se desnaturaliza como lo explica Gatopardo cuando se cambia algo para que todo siga igual, Danilo y Margarita por Leonel y su equipo incluido. 

El CAMBIO dominicano reclama otras personas, otro partido, otras intenciones, otras ideas: austeridad, cumplimiento estricto de las leyes, sanciones al robo, al tráfico de influencias, decididas acciones para prevenir la violencia, para investigar las opulencias súbitas, para disminuir las desigualdades no con asistencialismo humillante, sino con políticas públicas con acento social.

Las mujeres tenemos que luchar por nuestra plena ciudadanía, debemos visualizar nuestra presencia para que nuestra democracia complete con la otra mitad que le falta su equidad, su participación, su solidaridad. 

El entusiasmo de la mujer dominicana en Nueva York se manifiesta ante la presencia del rayo de esperanza que representa el ingeniero Hipólito Mejia. 

Y las mujeres dominicanas, perredeístas o no, vamos a votar por Hipólito en el recuadro del partido que ha sido líder en el impulso a las conquistas de las mujeres dominicanas en los últimos 50 años. Así dije, y todas las presentes respondieron en un ¡SÍ! Y con aplausos.

Para que gane Hipólito, seguí afirmando, debemos meternos todas de cabeza en la campaña, y para hacerlo bien, con eficiencia, definir los cómo, y los con quiénes. Ahí les di entonces algunas pinceladas de las técnicas idóneas para hacer propaganda. 

Desmesurada en el tiempo, abigarrada en los temas, puedo evaluar sin embargo que esta charla cumplió, con creces diría, el cometido que queríamos Chabela y yo al organizarla: las mujeres presentes se empoderaron más de su papel en este proceso electoral, que es buscar los votos en su sector social y asegurar que sean contados a favor de Hipólito Mejía el 20 de mayo.

Su entusiasmo evidente, los abrazos apretados que recibí y los “flashes” de las “BB” que me hicieron sentir megadiva por unos instantes, selló el compromiso. Todas vamos a marchar juntas hacia el logro de las nuevas conquistas que Hipólito Mejía impulsará desde la Presidencia para las mujeres dominicanas.

El “llegó Papá” sonó vibrante como clarín de esperanza, para construir una alegría que aún permanece alumbrando mis arduas faenas diarias.

Santo Domingo, R.D., sabado, 24 de marzo de 2012.

http://presenciadigitalrd.blogspot.com/2012/03/cronica-de-una-alegria.html

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