MI VOZ ESCRITA
JORGE HERRERA
A mi amigo Peña Gómez en su natalicio…
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La mayoría de los perredeístas, incluso muchos de los llamados viejos robles de la ortodoxia partidaria, piensa que la divisa “el PRD unido, jamás será vencido” fue un recurso retórico utilizado por el doctor José Francisco Peña Gómez de manera casual. Como todo, esa consigna tuvo su razón de ser, y nace en el fragor de la IX Convención celebrada en el Centro de Detallistas en 1977.
En ese evento, Jacobo Majluta no honró el compromiso que acordara con el doctor Salvador Jorge Blanco para una segunda ronda; ambos estaban contestes en que don Antonio Guzmán ganaba la primera, en tanto ya había sido proclamado candidato presidencial por el frustrado Acuerdo de Santiago con miras a las elecciones de 1974.
El acuerdo era simple, pues se sustentaba, sobre todo, en un punto fundamental: El que llegara tercero en la primera ronda, tenía que apoyar al que llegara segundo. Y Jacobo no cumplió. Los detalles que sirvieron de acicate a tal villanía, son tema de otra entrega a su debido tiempo.
Lo que sí es importante apuntar, es que el acuerdo de marras se debió a que se temía al enfrentamiento del campesino cuasi iletrado con el ya citadino intelectual, Joaquín Balaguer.
Ante la situación consecuente, y conocedor a fondo de la aciaga historia del Partido Revolucionario Dominicano, es que el nunca bien llorado líder verdadero de los depauperados dominicanos avizora los celajes del fantasma de la discordia anunciando la inevitable fisura, y en aras de la unidad perredeísta, también proclama que “al PRD sólo lo vence el propio PRD”.
Esa historia registra que Bosch siempre le quiso imponer su hegemónico criterio a la naciente organización antitrujillista en el exilio, pues con sus hechos demostró que en su fuero estaba convencido de que el Poder es algo reservado a una élite predestinada, como planteó Platón en La República y luego San Agustín en la Ciudad de Dios.
Santo Domingo, R.D., viernes, 09 de marzo de 2012.
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