No puede ser más interesante el anuncio hecho por el candidato presidencial oficialista, Danilo Medina, ahora convertido en místico beato, de que hay un Dios que ha bendecido su candidatura, matizando la sórdida campaña con un medievalismo oportunista, sacado como del clóset de los disfraces de Vincho.
Me pregunto qué Dios tan frívolo será ese, que desatendiendo otras acuciantes prioridades de la humanidad, se dedica a caravanear en El Trópico, a la cola de unos ateos que simulan ser católicos y que carecen de ética cristiana y también de ética atea; alquilando vallas y pantallas electrónicas y pegando afiches, traspasando a la publicidad del afortunado candidato, la asfixiante ubicuidad del carácter divino.
Pero ojalá redondee el simpático milagro y el financiamiento de la campaña salga de otro sitio que no sean las desvalijadas arcas nacionales, aunque la segunda opción sean los bolsillos de los narcotraficantes, sobre cuyos hombros heroicos descansa ahora mismo la "gobernabilidad" del país.
¿Será este Dios el último de los tránsfugas incorporados a las atronadoras caravanas de Danilo o será Danilo el más reciente tránsfuga incorporado a las exuberantes filas de este Dios?
Ese es el tipo de excitantes enigmas que debía abordar la Conferencia del Episcopado o el bienamado Cardenal, siempre tan amable y desinteresadamente dispuesto a abordar toda clase de temas (estoy loca porque dé una receta para hacer mangú) pero entre quienes, por desgracia, los piadosos intereses son tan altamente espirituales, que a nadie se le ocurre involucrarse en las zarrapastrosidades de la polítiquería.
¿Habrá ido ese promiscuo Dios de bancada y bandereo, de sobornos y repartos, a buscar lo suyo, junto con Johnny Ventura, Radhamés Fermín, Sergia Elena, Angel Lockward y todos los saltimbanquis y mercachifles políticos que están aquí o de aquél lado, dependiendo de quién los rente?
¿Qué le habrán ofrecido a Dios? ¿Un rango militar –con pistola- como el del sacrificado Cardenal, que tiene que tolerar esas distinciones, tan ajenas a su carácter, en el nombre de un Cristo demasiado apocado, que no se dejó distinguir nunca con esos horrorizantes honores?
¿Le ofrecieron un ministerio, una embajada, el Consulado de Nueva York? ¿Tal vez una diputación o senaduría? ¿Una regiduría donde se prevea que hay que aprobar algunas estaciones de gasolina o un par de torres de las del lavado? ¿Una exoneración para un carro de medio millón de dólares, como la del diputado Julio César Horton, para que se sienta "digno"? ¿Seis gualdaespaldas para que eluda la inseguridad colectiva? ¿Un apartamento en una torre como la Atiemar, donde tenga vecinos prestigiosos, como el cirujano Guzmán Fermín? ¿Un avión para que se asocie con Chichí Selman?¿Un banco offshore, para que le haga las transacciones a Félix Bautista?¿Unas contratas?¿Los permisos para importar todos los productos agrícolas en los que el país sea autosuficiente, aunque se desmantele la producción nacional? ¿La dirección del dinámico Aeropuerto Joaquín Balaguer?
López Rodríguez |
Quizás hasta pueda ese Dios aspirar a vivir cerca de Leonel y acabar colándose en las recepciones para saludar a todos los narcotraficantes que habitualmente departen con el Presidente. Ya que el Dios de Danilo perdió su categoría de opio de los pueblos, tal vez levante vuelo y eche tripas como laborioso traficante de cocaína, en la República Dominicana.
Ese es un oficio con mucho futuro, si se tienen los socios adecuados por los lados del Poder Ejecutivo y de la Dirección Nacional de Control de Drogas y se cuenta con la amistad de respetables abogados, de los que combaten el tráfico de drogas, la corrupción y el lavado, solo si los reales o presuntos involucrados son de la pandilla de la competencia.
¿Será este Dios repartidor y macuteador de cajitas navideñas gubernamentales, el mismo que le dió el golpe de Estado a Juan Bosch? Si es así, tiene mucho potencial.
Danilo Medina |
Si fue el Dios que negoció el anacrónico e inconstitucional Concordato, debían ponerlo a presidir las Altas Cortes.Y si se trata del brutal Dios matatán agresor, feminicida impune, chantajista abusivo, que impuso el artículo 30, lesionando los derechos de las mujeres, atropellándolas y violándolas, no hay que añadir más nada. Ese es un líder político nato ¿Ese no es el Dios que sale a practicar el tiro al blanco con los matones de la policía, asesinando en las calles a supuestos delincuentes? Admitamos que tiene buen estómago y le sobra arrojo .
¿El Dios que caravanea con Danilo no será el hipócrita y corrupto Dios homofóbico, que siembra discriminación y odio contra los homosexuales y lesbianas, pero esconde entre los pliegues de su toga a los pederastas violadores de niños ? Ese es un Dios con talento y tablas para la actuación y además tiene claramente identificados sus principios. Seguro que él es quien le proporciona las ideas a la Primera Dama para la hilarante campaña de los valores.
¿No es ese el mismo Dios que fue aliado de Trujillo, de Videla, de Franco, de Pinochet, de Balaguer, de Reagan y que bebía toneles de whisky con Bush, mientras lo asesoraba?
Hay que reconocer que es un acierto que hayan alquilado un Dios decrépito, pero indudablemente flexible, dentro de ciertos prudentes parámetros. Sospecho que está entre los más viejos, pero se nota que no es nada quisquilloso con sus patrones, que será eterno –y reusable- mientras encuentre sangre humana para chupar y cabezas de chorlitos dónde aposentarse.
El modelo está probado y es un éxito. Cuando se le deshilacha un traje, se cambia el disfraz. Tiene experiencia y resulta maravillosamente versátil, adaptándose a las necesidades del cliente, que puede cargar con él en una minúscula maleta de manos e inflarlo o desinflarlo, según lo recomienden las circunstancias.
No le molesta que pronuncien su nombre en vano, ni que lo utilicen como preservativo, ni que se parapeten en él para escamotear derechos humanos y civiles, retrotraer la sociedad y engrasar gobiernos ineptos, corruptos y dictatoriales.
Efectivamente, tiene sus peligrosos estallidos de furia terrorista, pero este es un Dios que nada más coge piedras para los más chiquitos (especialmente mujeres pobres, minorías discriminadas, domínico-haitianos desvalidos y niños y niñas violados), pero que nunca ofende irreparablemente a quien le paga, aunque a veces surjan algunas pequeñas asperezas regateando los precios.
Su clientela solo debe procurar no encontrarse nunca con el Dios que expulsó a los ladrones del templo.
Santo Domingo, R.D., jueves, 01 de marzo de 2012.
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