Yasir Mateo Candelier
En este país la politiquería en tiempos de campaña electoral al parecer arrasa con todo. Hasta con la dignidad de nuestro Estado.
Hace poco el senado dominicano pidió disculpas al presidente norteamericano por declaraciones del candidato presidencial que va a ganar las elecciones dominicanas porque este dijo que Barack Obama es de descendencia africana.
Hipólito Mejía así lo declaró y se refirió a la superación y el trabajo de una persona miembro de una minoría racial en Estados Unidos. Pero resulta que ni el presidente norteamericano ni el Estado norteamericano han pedido un desagravio por esas declaraciones porque no es un secreto para nadie que el padre del presidente Obama era de un país africano llamado Kenia, y además se han hecho muchos reportajes al respecto. Un Estado que se respete nunca pide disculpas a priori a otro Estado. Eso es indigno. No importa que se esté en campaña electoral o no.
Piel y pensamiento sin fronteras: Luperón, Obama, Peña Gómez, Martin Luther King.
Me resulta cómico que el primero que alega que el presidente norteamericano fue agraviado porque supuestamente se menospreció su condición de descendiente de un africano fue Vinicito Castillo, el mismo que niega los derechos fundamentales de los hijos de haitianos en nuestro país. El mismo que no quiere que se les reconozcan ni siquiera a los dominicanos de raza negra el derecho a un acta de nacimiento, a la salud o a la educación. Vinicito es el mismo que alegaba que Peña Gómez era haitiano y que por lo tanto no podía ser presidente.
Si fuera por Vinicito Castillo aquí se repitieran varias veces los actos de 1937 en contra de los haitianos y sus descendientes. Vinicito es el mismo que alegaba que Peña Gómez era haitiano y que por lo tanto no podía ser presidente dominicano.
Ese desagravio del senado de nuestro país a un presidente representante de un Estado que no ha pedido ninguna disculpa avergüenza a nuestro Estado y a nuestro pueblo. Lo arrodilla indignamente. Lo empequeñece.
Los senadores y senadoras del PLD no tienen el más mínimo concepto de lo que significa un Estado. Tampoco lo tienen que tener. No es pre-requisito para ser senador.
Santo Domingo, R.D., domingo, 15 de abril de 2012.
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