perder la capacidad de asombro
BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
En qué país estamos viviendo? ¿Cuál es el nivel de deterioro moral al que nos llevan estos antiguos cadetes que cambiaron por oro la seriedad y la actitud fascista? ¿En qué oscuro recoveco de mentes putrefactas quedaron los principios que una vez dijeron defender?
¿Cómo es tan fácil pasar de un estado de conciencia donde impere el respeto a los principios morales a la depravación más abyecta? En el pasado hubo gobernantes que usaron el poder para enriquecerse pero nunca hubo un grupo de miembros de un partido que actuara como una asociación de malhechores.
Ante tanta corrupción, no debemos perder la capacidad de asombro, no debemos aceptar como bueno lo que todos sabemos que no lo es.
En ocasiones he sentido vergüenza ajena ante la confesión de algunos amigos del pasado que sucumbieron ante las mieles de fortunas mal habidas.
Y digo vergüenza ajena, porque si esos antiguos amigos del pasado fueran capaces de verse en el espejo cuando se afeitan por las mañanas, de seguro que intentarían borrar la nueva imagen, la que refleja el espejo, esa que no le permite mentirse a sí, porque nadie puede mentir al hombre del espejo.
De todo lo que ocurre hoy, de todas las acciones injustificables, de todo el carnaval de bufones que son capaces de mentirse, me preocupa de manera especial el efecto demostración.
Cuando un joven cualquiera ve cómo un amigo o un conocido pasa de la miseria a la opulencia, de la indigencia al exhibicionismo de bienes adquiridos de la noche a la mañana, puede pensar que ese es un buen camino si no hay sanción. Quienes hablaron una vez del camino malo lo vislumbraban para convertirlo en su ruta hacia un progreso material que no se detiene ante ningún escrúpulo de conciencia.
En los últimos tiempos cada día se descubre un nuevo escándalo provocado por la avaricia y el descaro de gente que piensa que podrán disfrutar de bienes de fortuna adquiridos ilegalmente, con malas artes. La desesperación del gobierno de Leonel, Danilo, Margarita y la parte corrompida del Partido de la Liberación Dominicana es tan grande, que solo en esta semana se han descubierto situaciones tan graves como la denuncia del dirigente de la juventud del Partido Revolucionario Dominicano, Cristian Castro, quien rechazó un ofrecimiento del Ministro de Obras Públicas y secretario de finanzas del PLD por un monto de 10 millones de pesos para que apoyara al candidato oficial.
Lo de la sobrevaluación en la compra de los vagones del metro es algo tan burdo y tan torpe que ni siquiera se paga con la cárcel.
¿Habrá que voltear el país? Basta con votar por Hipólito Mejía el 20 de mayo próximo.
Santo Domingo, R.D., jueves, 19 de abril de 2012.
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