Venecia Joaquín
Pepe Góico es un personaje muy especial. De los que no pasan desapercibidos. No lo conozco personalmente pero a través de la prensa se aprecia que no hay contradicción entre su figura, personalidad y funciones desempeñadas. Todo armoniza. De elevada estatura, corpulento, con cara de pocos amigos y lenguaje muy criollo, Pepe es a mi juicio lo que se llama un hombre feo. Su feura proyecta coraje. Vaya combinación, ¡ feo y sin miedo!. Del tipo de persona que con razón o sin ella, todo se le pega. Lo han acusado de operaciones ilícitas, lavado, fraudes, de ser grosero, descortés, dar boches sin discriminación, de todo. Por su figura, despierta suspicacia pero ha sido descargado.
Abogado de profesión, fue miembro del Ejército Nacional llegando a ser Coronel. Allegados aseguran, que tras su cara dura hay un corazón blando, noble. Débil con su familia, es amigo de los amigos. Ha demostrado cariño, respeto y lealtad hacia Hipólito Mejia quien lo designo Jefe de la avanzada de Seguridad cuando fue Presidente de la República. Pepe, cumplía su misión con exceso de celo. Hoy, que aspira de nuevo a la presidencia, esta a su lado como asistente, guardián. Lo cuida como los perros pastores alemanes a sus amos. Siempre están en actitud vigilante. Huelen los extraños desde lejos, les cierran el paso, examinan, ladran y están listos para atacar en caso de duda e inseguridad. Adoro los animales fieles. Abundan más que las personas.
Tranquiliza que Pepe este dentro del cuerpo de seguridad de Hipólito. Ojala cada líder importante tuviera un Pepe a su lado. Admiro su lealtad. Vigila su entorno, dentro y fuera del país. Sabe que los líderes valiosos deben protegerse. Pienso que si Hipólito lo acepta a pesar del mar de acusaciones, es porque es confiable. No representa peligro. Es posible que cometiera errores, todos los cometemos. Sin embargo, no olvidemos que son muchos los que pareciendo fieras, tienen alma de paloma. Peligrosos son aquellos, que parecen mansas palomas, serenos, elegante al actuar pero capaces de quitarle, con la mayor tranquilidad, la comida a los pobres y la posibilidad de desarrollar una nación, para enriquecer un grupo.
Pepe Góico, cuando vestia el uniforme del Ejercito Nacional.
Añoro que algún día, la población eleve su nivel educativo y amplíe su visión del mundo para que no se deje engañar. Que pueda tener la capacidad de desenmascarar los hipócritas y el coraje de decirle lo que piensa de ellos. Me emocionan los que con firmeza y coraje, sin poses ni dobleces, lo hacen. No se dejan confundir por los poderosos.
Pepe ha recibido una nueva acusación, de conspirar. Llego reforzada por altos funcionarios, no de una nación sino de dos. La presentaron, no ante la justicia sino en rueda de prensa como quien persigue tomarle el pulso a la población. Esa actitud envuelve vacilación, inseguridad. ¿Cuál es el temor por este hombre sin poder ni un batallón?. No me gusta que apunten hacia la seguridad de Hipólito.
Tranquiliza que Pepe cuide de alguien que como el y su familia, se rigen por principios cristianos y tienden a creer en la bondad de la gente. Pepe se ha especializado en conocer el otro lado de la moneda e impedir que lo afecte. En este caso, su reacción ha sido serena porque conoce el guión y los protagonistas de esta película. Quieren presentarlo como el malo de la misma. Los argumentos parecen débiles. Tuvieron que unirse dos gobiernos para darle fuerza. ¿Qué estrategia es esta? ¿Que hay detrás? Hummm... ¿Es realmente una bola de humo para ocultar otros escenarios?.. Veremos.
Santo Domingo, R.D., lunes, 16 de abril de 2012.
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