Héctor Pérez Tovar
Se roban los cables y equipos del tendido eléctrico dejándonos a oscuras, se roban cables telefónicos dejándonos incomunicados, se roban la verja del jardín botánico y del zoológico, las letras de los monumentos, las espadas de las estatuas, los soportes y partes de puentes dejándolos al tris de caerse con vehículos y personas encima, se roban partes de torres eléctricas dejándolas a punto de colapsar, se roban ¡ la puerta de hierro de un cuartel de la Policía!
Se roban tramos completos de cables de la autopista Las Américas, dejando a oscuras el aeropuerto, se roban los candados, las cadenas, las lámparas de los parques, dejan sin tapas el alcantarillado, sin importar que quede abierto el hoyo, a sabiendas de que puede sufrir una caída algún niño y luego aparecer ahogado en el río Ozama.
Se lo roban todo.
Y las autoridades ¿Qué hacen? Es una pregunta idiota. Esos metales los roban para venderlos a las metaleras, que no averiguan ni les importa su origen.
Desmontar equipos y líneas de un tendido eléctrico, es algo que no puede hacer un ladronzuelo. Se requiere tener conocimientos, destrezas y equipos.
Fundir ciertas piezas de mental no se logra en una paila y un fogón en un patio.
Pero esto, a nadie le importa.
¿Cuántas metaleras han sido cerradas? ¿Cuántas inspeccionadas sorpresivamente? ¿Cuántas investigadas y sometidas?
No somos productores de metales, y gran parte del metal exportado es producto del robo. Eso lo saben las autoridades. Los impuestos que esta actividad genera y la mano de obra que emplea es insignificante comparado con el grave daño que provoca.
Ante una situación así, ¿por qué todavía se permite exportar metales? Es otra pregunta idiota.
Sobre qué hacer con los desperdicios de metal que genera el país, le decimos que hay más de una solución, incluso soluciones que generarían beneficios al Estado.
Ahí es cuando nos preguntamos: ¿Será falta de autoridad, falta de decisión o de pantalones, o es una malvada red de complicidades con esta criminal actividad que tanto dinero le cuesta al país? Sea usted el jurado...
Santo Domingo, R.D., domingo, 29 de abril de 2012.
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