MI VOZ ESCRITA
JORGE HERRERA
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En el escrito anterior sugerí la probable motivación que
tuvo el doctor Balaguer para dar ganador a Hipólito en la primera vuelta de los
comicios del 2000; no sin antes enrostrarle a la comisión del PLD que le visitó
que él no prestaba su sombrero dos veces y que los reformistas no se divertían
solos ni comían solos.
Reinaldo Pared Pérez.
¡Cosas verdaderas! Ese danilista furibundo que estuvo a
un tris de la esquizofrenia, luego se adhirió a la causa de Leonel sin sonrojo,
y acaso orgulloso de su inicua prosternación. ¡Es imposible que haya
desvergüenza mayor! Sin embargo, a contrapelo de tanta ignominia, sigo aferrado
al concepto que sobre la política legó a la posteridad Juan Pablo Duarte, el
más íntegro de los políticos dominicanos. Aún conservo la esperanza de ver
realizado su sueño; el sueño de ver a
los buenos dominicanos unidos, felices y contentos.
Hipólito Mejia en una de sus
visitas al presidente Balaguer.
El momento aciago que sufre la Nación, exige saber lo que
conviene; conmina a entender que la única alternativa para evitar la desgracia
leonelista que representa Danilo es votar por la esperanza que encarna Hipólito
Mejía, el hombre que, con la venia de la Justicia Divina, hará florecer la
campiña dominicana, como acostumbra…
Santo Domingo, R.D., viernes, 04 de mayo de 2012.
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