Pronuncia discurso en la iglesia Las
Mercedes con motivo del 51 aniversario de la llegada PRD al país.
El discurso:
En este 5 de julio la dirección del PRD rinde honor a la
memoria de los compañeros y compañeras que abonaron con su sangre y sacrificio
la construcción de la aun imperfecta democracia nacional.
El 05 de julio representa el inicio de la conquista de
los derechos individuales y colectivos cercenados por la oprobiosa dictadura de
Trujillo que durante 31 años implantó en la República Dominicana. Los perredeístas
y el pueblo Dominicano debemos agradecer
a esos hombres y mujeres valientes que
hicieron posible el establecimiento del PRD en el país.
El PRD nació en la Habana en 1939 hace 73 años para la
luchar contra la tiranía y el autoritarismo, construyendo una sociedad abierta
al pensamiento libre, como lo soñaron Duarte, Sánchez, Mella y Luperón.
El PRD tuvo siempre el compromiso ideológico de
garantizar el bienestar colectivo, la defensa de los recursos naturales, el derecho
a la educación, a la salud y a la prosperidad para todos.
En este mismo momento, retomamos la esencia doctrinaria y
programática porque se ha comprobado el fracaso de las políticas neoliberales
aplicadas por el presente gobierno, que solo cree en el libre mercado, frente a
las cuales, el PRD tiene la obligación de fortalecer las propuestas sustentadas
por el socialismo democrático con el fin de garantizar el bienestar de la
gente. Por eso, José Francisco Peña Gómez identificó su programa de gobierno
como Primero la Gente.
Al revisar el camino recorrido en estos 51 años de
existencia del PRD en suelo patrio, tenemos que aceptar, que tal vez no hemos
hecho todo lo pertinente, en razón de que solo hemos gobernado 12 años y siete
meses, siendo la organización política más antigua y grande del pueblo
dominicano.
¿No será que hemos antepuestos los intereses
particulares al desarrollo institucional de nuestra organización?
Los problemas que enfrentamos hoy demandan que retomemos
los principios y objetivos originales que sirvieron de base a la creación de
este instrumento político, para alcanzar la felicidad del pueblo, no para
llenar de dificultades su sana existencia y desarrollo.
Con mucho orgullo tenemos que destacar los grandes
aportes del PRD al avance de nuestra sociedad. Sobre todo, en la
democratización del país en el momento en que las libertades públicas han estado
en juego.
Por otra parte, debemos valorar, que es el propio pueblo, el que nos invita con su apoyo a la
renovación y a la apertura, integrando la juventud, la mujer, los
trabajadores/as y las entidades comunitarias, porque son estos precisamente
quienes mantienen intacta la fuerza del cambio y de los principios
progresistas.
La labor unificadora que la historia ha puesto en
nuestros hombros tiene como norte el principio cardinal establecido en nuestros
Estatutos Generales; de que la soberanía partidaria reside en su militancia y
se ejerce a través de sus organismos.
Nunca como hoy se hace necesaria la unidad del partido,
pero una unidad no en base a personas o grupos, sino en base al respeto a los
organismos, a la disciplina y a nuestros estatutos.
El pueblo Dominicano, el sistema de partidos y la
democracia, demanda de un PRD libre de influencias del gobierno, que pueda
hacer una oposición firme y responsable a un partido en el gobierno que
controla todos los poderes y que ha prostituidos las instituciones en República
Dominicana.
Les invito a que luchemos sin descanso por el logro de
esos objetivos, y de seguro que el Pueblo Dominicano sabrá valorar nuestro
servicio a la Patria.
Muchas gracias.
Santo Domingo, R.D., viernes, 06 de julio de 2012.
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