ATISBANDO
Bonaparte Gautreaux Piñeyro
Héctor Incháustegui Cabral en su obra “El Pozo Muerto”
tiene una retorcida tesis sobre por qué muchos intelectuales se “convirtieron”
al trujillismo, por decirlo de alguna manera.
El poeta, escritor y diplomático dice que los escritores,
los intelectuales dominicanos, tenían como modelos a los intelectuales de
Europa y que cuando esos intelectuales se “convirtieron” en fascistas y
nazistas, los de aquí los siguieron y se engancharon en el carro del mandón,
así lo digo yo.
Héctor Incháustegui Cabral.
Por supuesto que Incháustegui no habla de Ángel Liz, de
Heriberto Núñez, de los hermanos Viriato, Gilberto y Antinoe Fiallo y muchos
otros intelectuales que no transigieron y se mantuvieron al margen de la
corriente.
Como dijo José Martí: “Hay hombres que viven contentos,
aunque vivan sin decoro. Otros padecen como en agonía cuando ven que los
hombres viven sin decoro a su alrededor. En el mundo ha de haber cierta
cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos
hombres sin decoro, hay otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres.
Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que roban a los
pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres
van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres
son sagrados".
Abraham Lincoln, 16o. presidente de los Estados Unidos de América, nació el 12 de febrero de 1809; fue asesinado el 15 de abril de 1865.
Asistimos en estos días, a la repetición de actitudes y situaciones que retratan de cuerpo entero a
sus protagonistas. En esta involución permanente, en este constante ejercicio
de tartufismo (falsía, hipocresía, santurronería), el mundo es colocado como si
viviéramos patas arriba y no es cierto. Lincoln lo dijo con toda claridad:
“Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no sepuede engañar a todos todo el tiempo”.
El presidente Leonel Fernández examina con Miguel Vargas texto de uno de los acuerdos que firmaron a nombre de los partidos De la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Dominicano (PRD).
En estos días vemos los resultados pútridos de la
malévola unión y contubernio entre Leonel Fernández y Miguel Vargas, aves de
mal agüero que atentan contra la democracia que tanto sudor, sangre y lágrimas
ha costado. Eso no lo podemos permitir.
Santo Domingo, R.D., viernes, 27 de julio de 2012.
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