Agenda Global
José Alejandro Ayuso
Producto de un demasiado largo periodo de transición, estos días corren lentos para los que se fajaron en la campaña e integran la larga lista de espera de aspirantes, por vocación de servicio o ambición personal, a la Administración del Estado. Y van “a mil por hora” para los que ven salir de sus bocas las voluptuosas “tetas del poder” gozadas por 8 y 12 años de “enormes sacrificios” en la función pública, desde donde pasarán al retiro forzoso o al sector privado en el que su valor de mercado como profesionales tiende a cero. Ni hablar de la angustia temprana de los que están convencidos de tener que pasar por los tribunales a responder por delitos de corrupción, con el precario sosiego de que por lo menos ya tienen con qué pagar buenos abogados defensores.
El 'chupóptero insecto' succionando sangre del cuerpo de su victima.
Dentro de esta larga nómina de chupópteros del erario resaltan los centenares de funcionarios nombrados en puestos diplomáticos y consulares en el exterior, muchos de ellos con la “dispensa” de ejercer sus funciones en sus países de destino como manda la ley y los tratados internacionales en la materia. Y la mayoría de ellos sin exhibir las competencias profesionales y el sentido ético para ejercer los cargos. Busque la larga lista en la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Si la amable lectoría demanda evidencias de que se nombra a cualquier politicastro botafumeiro en un servicio exterior que, paradójicamente, se ejerce desde el interior del país, el caso de Ministro Consejero de la Embajada dominicana en Nicaragua acusado de amenazar de muerte a su ex esposa. Ya la Suprema Corte de Justicia (porque le corresponde jurisdicción privilegiada) le impuso como medida de coerción una garantía económica de 500 mil pesos, cercana al monto de su salario mensual en dólares. Sin haber sido escogido por sus competencias profesionales y su intachable moral, este “diplomático” también hace “carrera” ya que ha ostentado el mismo cargo en Panamá, en Haití, y quien sabe dónde más.
Sede embajada RD, Washington, DC.
Al próximo Canciller de la República que se prepare a depurar y a racionalizar esta abultada nómina, porque tengo la discreta esperanza de que, contrario a su predecesor, el presidente electo cumplirá su promesa de campaña de no permitir funcionarios diplomáticos y consulares ineptos y de “fiesta en fiesta”, cuando hay tantas inversiones foráneas que atraer, exportaciones que promover y tantas comunidades dominicanas que proteger en el exterior. De pasada, también respetar la carrera diplomática de los pocos que cumplen con su trabajo, cuyos nombres no menciono por falta de espacio, pero que por sus hechos todos conocemos.
Santo Domingo, R.D., viernes, 27 de julio de 2012.
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