Los artículos del escritor Bernardo Vega no aparecerán ya mas en las paginas del reputado diario HOY, según lo anuncia el propio historiador en una despedida en la que al propio tiempo informa en lo adelante dirigirá una revista bi-mensual de periodismo investigativo. Su ultimo articulo en el importante matutino es el siguiente:
Por BERNARDO VEGA
¿Conviene a
los dominicanos que caiga el régimen dictatorial de Assad en Siria, país que
sufre una cruel guerra civil? ¿Conviene a los dominicanos que caigan los
ayatollahs en Irán, la dictadura de los reyes de la Casa de Salud en Arabia Saudita?
Como
ciudadanos de un país que padeció a Trujillo es lógico que favorezcamos la
desaparición de esas dictaduras, para que, al igual como ya ha ocurrido en
Libia, Egipto y Argelia, la democracia predomine por primera vez en el Medio
Oriente.
Ahora bien,
como país que depende muchísimo del petróleo, el gas natural y el carbón
importados, ¿nos conviene el advenimiento de esas democracias? Lamentablemente
luce que no, pues los probables conflictos que surgirían con la caída de esos
gobiernos harían subir el precio del petróleo y también de sus sustitutos. El
bloqueo del estrecho de Ormuz, la voladura de oleoductos claves, ataques aéreos
contra plantas nucleares en Irán, todo eso haría que los precios se
incrementasen. Es más, se mantienen hoy altos precisamente por ese temor.
El
advenimiento de la democracia en esa región acentuaría los milenarios
conflictos entre sunitas, shiitas y alawitas, todos islamitas, creyentes en
Mahoma, pero eternos rivales. Esos pleitos por motivos religiosos se asemejan a
los que tuvieron lugar entre católicos y protestantes, ambos cristianos, a
partir del siglo XVI. La expedición enviada por Cromwell a Santo Domingo en
1655, capitaneada por Penn y Venables, por ejemplo, tuvo entre sus propósitos
el que el protestantismo sustituyese al catolicismo en las posesiones españolas
del Caribe.
Los ingleses
destruyeron las imágenes “papistas” que encontraron en las capillas de los
ingenios de Nigua y Engombe y se mofaron de las bulas papales que llevaban los
luchadores criollos y españoles alrededor de sus cuellos y que les garantizaban
la entrada directa al cielo si morían luchando contra los infieles, al igual
que piensan hoy día muchos insurgentes islamitas. En fin, que la caída de esas
dictaduras probablemente implique fuertes aumentos en el precio del petróleo.
Pero, ¿por
qué este artículo lleva como título el vulgar estribillo de un viejo corrido
mexicano? Porque no se nos ha ocurrido mejor forma para advertir a nuestros
lectores que, después de tres años de artículos semanales en este periódico,
hemos decidido que sería incompatible con nuestras nuevas funciones seguir
publicándolos. Y no es que se nos ha ofrecido un cargo en el nuevo gobierno,
sino que vamos a dirigir una revista quincenal de periodismo investigativo y no
sería correcto seguir escribiendo en otro medio que no sea el que uno mismo
encabeza.
En lo
personal, esta decisión, además de eliminar el placer y la honra de escribir
esta columna, también nos va a quitar tranquilidad espiritual, pues nada es más
polémico que el periodismo investigativo, especialmente cuando molesta al
sector público, a los políticos y también a empresarios. De una vida tranquila,
casi contemplativa, escribiendo libros de historia, volveremos a dirigir un
medio. Los libros que estábamos escribiendo se quedarán en el tintero. Tal vez
el próximo tan sólo sea una selección de nuestros artículos en “Hoy”. La opción
ha sido difícil: tratar de influir sobre cómo se entiende nuestra historia, es
decir sobre cómo se percibe el pasado, o tratar de influir sobre el acontecer
diario. Hemos optado por la segunda.
Queremos que
nuestras últimas líneas sean para expresar nuestro agradecimiento al dueño y al
director de este periódico, por habernos acogido en sus páginas, con buena
lupa, pero sin trabas. (http://www.hoy.com.do/opiniones/2012/7/31/439553/Y-con-esta-me-despido)
Santo
Domingo, R.D., miércoles, 01 de agosto de 2012.
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