Por JUAN TAVERAS HERNÁNDEZ
Sin oposición política, ni de ningún otro tipo, el Partido de la Liberación Dominicana ha logrado controlar todas las instituciones del Estado gracias a la corrupción y el clientelismo.
En la oposición Leonel Fernández abogaba por un contrapeso, de tal manera que si el poder Ejecutivo estaba en unas manos, el legislativo debía estar en otras manos. Y pontificaba sobre la independencia absoluta de la justicia. Recuerdo cuando decía que el modelo de Estados Unidos era el perfecto para la democracia.
Cuando llegó al gobierno la ambición le nubló los sentidos de la pluralidad y la democracia. No perdió tiempo para tomar el control del partido. Luego lo corrompió, como hizo con todos los demás estamentos de la sociedad. Con los recursos del Estado compró el poder Legislativo y el Judicial. De ese modo se hizo dueño del Consejo Nacional de la Magistratura, la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal Constitucional, la Junta Central Electoral, el Tribunal Superior Electoral, La Cámara de Cuentas, el Banco Central, el Banco de Reservas, etc.
El partido que no pudo comprar lo dividió. Tanto perdió los escrúpulos y la vergüenza, que públicamente dijo tener 40 mil millones de pesos para ganar las elecciones del pasado 20 de mayo. Y gastó 60 mil millones para imponer la impunidad de sus socios y lacayos depredadores del erario.
Los más cercanos “colaboradores” del señor Fernández han acumulado verdaderas fortunas en los últimos ocho años. La montaña de dinero acumulado por muchos no la salta un chivo del sur profundo. Menos de 50 personas se han metido en los bolsillos cerca de 800 mil millones de pesos.
Pero no les basta. Ahora discuten un proyecto de ley de salarios para los ministros, directores generales, senadores, diputados y jueces de las mal llamadas “altas cortes”. Esa ley no regulará nada. Servirá para aumentar los privilegios de los funcionarios. Esa ley no incluye a los maestros, médicos, enfermeras, guardias y policías, empleados públicos de los niveles bajos y medianos. Esa ley no fina un salario para los profesionales muchos de los cuales ganan menos que un motoconchista.
Con esa ley el presidente de la República ganará más dinero que casi todos sus homólogos latinoamericanos. ¿En que gasta dinero un presidente dominicano?
Los senadores tendrán, además de un salario de lujo. Un barrilito inmoral que sirve para el clientelismo y la politiquería. (¿Cómo puedo yo aspirar a senador de la capital cuando el actual senador, además de su jugoso salario y de otros beneficios colaterales, recibe un millón de pesos mensuales para la política y la politiquería?) ¡Más bueno que es así!
Mientras maestros, médicos, enfermeras, policías, empleados públicos, etc., tienen salarios de miseria, los congresistas se aumentan los suyos y los de ministros, jueces y demás privilegiados.
Y que conste, si no se robaran un peso, si no exigieran comisiones de un 20 y hasta de un 40 por ciento de las deudas como están haciendo ahora; si eliminaran el grado a grado, si no pagaran obras fantasma como lo están haciendo en estos momentos, yo estaría de acuerdo con que todos ganen diez millones de pesos mensuales.
¡Por lo menos tendríamos escuelas y hospitales suficientes!
(¿Quién le iba a decir a Juan Bosch que el PLD convertiría el Estado en una fuente de enriquecimiento de sus dirigentes a costa de la miseria del pueblo?
Santo Domingo, Republica Dominicana, sabado, 04 de agosto de 2012.
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