Olaya Dotel
La Asociación Dominicana de Profesores, ADP,
enfrenta hoy el reto de trascender la acción meramente gremial, que atiende
prioritariamente las condiciones laborales de su matrícula, para aportar a la
transformación educativa.
Históricamente los gremios docentes, tanto en
América Latina como en la República Dominicana han jugado un papel reivindicativo, atendiendo principalmente
temas salariales y de condiciones laborales.
La transformación educativa, sin duda, pasa por
docentes con buenas condiciones salariales y laborales, por no termina
allí. La profunda crisis en que está
inmersa la educación pública en el país, colocan otras demandas y retos al
gremio de maestros y maestras.
Y es que la educación requiere ser transformada tanto en el
escenario de encuentro entre docentes y alumnos, como también en el espacio donde se producen las políticas
educativas en el sector público, en el Ministerio de Educación.
Es así que la ADP tiene el importante reto de dar
un salto cualitativo, de cara a la transformación de la racionalidad de la
gestión de las políticas educativas en el sector público, lo que demandará una
actitud crítica y la movilización del sector docente.
Para garantizar la generación de posiciones
críticas, es necesario una ADP que pueda
hacer contrapeso, es decir, con una dirección que no tenga compromisos con el
actual gobierno, lo que sin duda ha estado generando el estancamiento de la
agrupación docente, en los últimos años.
Una ADP, independiente y comprometida con el
fortalecimiento de la calidad de la educación pública, es lo que la sociedad
dominicana necesita.
Santo Domingo, R.D., miercoles, 08 de agosto de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario