Venecia Joaquín
Para entender la situación nacional y al Presidente Danilo Medina en particular, mi mente ha volado a pasajes bíblicos, buscando luces. Dios envío a su hijo único, Jesús, para salvar la humanidad. Sus seguidores, apóstoles, evangelistas, llegaban atraídos por sus mensajes, acciones y actitudes ejemplares, las cuales divulgaban y pretendían imitar. Uno de ellos, Judas Iscariote, fungía de tesorero. Dicen que era débil con el dinero y robaba del destinado a los pobres. Traiciono a Jesús a cambio de 30 monedas. Lo vendió. Aparentando amor y respeto, le dio un beso en público, pero era la señal a guardias, enviados por sus adversarios, para que lo apresaran sin equivocarse y luego lo crucificaron.
No se por que, la situación de Danilo, me recuerda esos hechos. Quizás porque en su entorno, no todos los quieren bien ni desinteresadamente. Hay diferencias abismales. Danilo es un hombre sencillo, humilde, que parece bien intencionado, mientras que algunos de sus cercanos colaboradores, aman demasiado el dinero y el poder. El plan de llevarlo a la Presidencia, fue bien pensado y amarrado.
Era el cebo ideal. Bastaba vender su imagen humilde, añorando combatir injusticias y pobreza, para retener el poder. Era la meta deseada para la cúpula, protegerse y blindarse. Decidieron no escatimar esfuerzos. El Presidente Leonel Fernández dijo que tenía $40,000 millones para su campaña. ¡Porta a mi!. Le dio ese beso público. La mejor señal para entregárselo al pueblo, aunque no fuera el representante ideal de los intereses de la cúpula. No importaba. La fortaleza estaba preparada. Le trazaron las directrices y Danilo acepto las reglas de juego.
No contó que con astucia, los poderosos lo colocaron entre barrotes, difíciles de romper. Se protegieron. Sabían que era lo mejor para cautivar el pueblo pero no para sus intereses personales. Se vieron precisados a señalarlo como el elegido. Le dieron besos. Compraron conciencia para que lo besaran con el voto. Resulto el elegido. Lo apresaron. Lo subieron, no a una cruz sino a la silla presidencial con una bomba lista para explotar. A cambio de esos votos, de esos besos a Danilo, al pueblo ignorante le entregaron centavos y tarjetitas de solidaridad. Mientras los altos dirigentes recibieron, no 30 monedas sino blindaje para aquellos hechos con que destrozaron la economía y sepultaron los valores morales de la nación.
Con el correr del tiempo, la humanidad comprendió, la injusticia cometida con Jesús para inhabilitarlo. Con el paso de los días, los dominicanos han destapado el maletín de facturas, el hoyo fiscal que dejaron a Danilo para atarle las manos y hacerlo cómplice. La bomba de males del gobierno anterior, le ha estallado en sus manos.
Llueven las protestas. Esta acorralado.¡Sacrifíquenlo! es el grito popular. Danilo se resiste a delatar a los traidores. Leonel se ha recogido, en la Fundación Global que compro durante su primer periodo de gobierno. Desde ahí traza directrices, recibe legisladores, se protege.
Dicen que Judas se arrepintió de haber vendido a Jesús por monedas. Quiso devolverlas, las llevo al templo y luego se suicido, ahorcándose en un árbol. ¿Qué harán los Judas dominicanos? El pueblo le pide que devuelvan los recursos que tomaron, para poder tapar el hoyo fiscal.
Añoro que dejen en libertad a Danilo para que actúe acorde con los dictámenes de su corazón y la justicia social. Esta siendo crucificado de una forma lenta, dolorosa y pública, tal como hicieron con Jesús. Le han atado las manos, le han hecho cargar una cruz que no le corresponde y ha sido condenado por verdugos de su propio partido.
Luce sudoroso, asustado. No me sorprendió que aprobara la Reforma Fiscal, tal como se la presentaron los jerarcas de su partido. Que solo quitara, los impuestos a la compra por Internet que hacen los ricos y diera amnistía fiscal para los morosos. Por Dios, ¡Déjenlo en libertad para que haga algo a favor de los infelices!!..
¡Pobre Danilo!... Tiene tantas presiones, que me preocupa muy seriamente, su integridad física y mental.
Santo Domingo, R.D., domingo, 11 de noviembre de 2012.
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