viernes, 20 de junio de 2014

¿A quién beneficiaría una modificación constitucional?



Por Teófilo Quico Tabar 

Aunque el presidente  Danilo Medina ha dejado entrever  su intención de mantenerse en el poder solamente los 4 años para los cuales fue elegido,   como es tradicional en nuestro país, muchos han  mantenido viva la esperanza de que pudiera dejarse vencer por las tentaciones y  el abejoneo reeleccionista, sobre todo acumulando un porcentaje tan alto de aceptación, sin embargo, luego de su visita al Papa Francisco en Roma,  la mayor parte de las dudas han  quedado esclarecidas, por lo menos para una parte, porque   habrá   quienes  hasta el último día estarán esperando  que las circunstancias lo obliguen a cambiar de idea, porque ese ha sido el comportamiento  presidencialista.

Algunos piensan que  la  reiteración de salir del gobierno en el 2016,  cierra por el momento las puertas a una posible reforma constitucional que limite el tiempo de los presidentes en el poder, incluyendo la propuesta de Leandro Guzmán, para extender el periodo gubernamental a 6 años y que no puedan postularse jamás, sin embargo, podría abrirse  espacio  para una reforma, a mi juicio, solamente si su partido de forma unánime se lo pidiese y se viera en ante la disyuntiva de pensarlo.  

Pero pudiera haber otra, pues   independientemente de su  aceptación popular  y la autoridad moral adicional que  adquiriría   ante su decisión de no buscar la reelección  ni ampliar su período,  podría convocar una cumbre de expresidentes incluyendo los principales líderes políticos, para ventilar una posible reforma que modifique lo relativo  al período presidencial,  que para un sector de opinión es importante y necesario. Pero eso no es tan sencillo, ya que habría que  determinar si una reforma de esa naturaleza beneficia al PLD y al PRD, y sobre todo a sus líderes, porque   ellos  controlan el Congreso, son quienes pueden hacer las modificaciones, y nadie puede esperar que  legislen en su contra. 

Analicen bien esto: Si Danilo no hace uso de ningún mecanismo constitucional que le pudiera otorgar posibilidades para reelegirse en el 16, descartando de hecho  una reforma que le permita  ampliar su período gubernamental  en dos años, resultaría ilógico suponer que  él y sus más cercanos colaboradores quisieran  que sus posibilidades futuras se  alejen, pues ampliando el período presidencial del 2016 al 2022,  tendría que esperar 6 largos años. 

Y si en vez de extender el período a 6 años,  se planteara volver a la situación anterior, permitiendo la reelección por dos períodos consecutivos de 4 años, para próximos presidentes,  le crearía otra situación difícil, porque en vez de esperar 6 años, podría estar alejando sus posibilidades a 8 años para poder retornar, o sea, en el 2024. Y como dice la gente: “el que se puede apear no se jondea”.  

Pero además, no solo los expresidentes que aspiran  retornar al poder les disgustaría que les alejen los procesos futuros, sino los otros aspirantes  que quieren llegar,   porque aún teniendo fuerzas o  juventud, el tiempo podría resultar catastrófico. Si no está claro a quien beneficia, todo quedará igual. Tabasa1@hotmail.com 

Santo Domingo, R.D., viernes, 20 de junio de 2014.

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