Por NARCISO ISA CONDE
El reclamo de nuestra sociedad en favor de que Loma Miranda sea convertida en Parque Nacional no admite más dilaciones.
Esta trascendente cuestión debió ser resuelta tan pronto la Comisión Ambiental de la UASD y la Academia de Ciencias rindieron sus respectivos informes oponiéndose a su explotación por Xstrata Niquel-Falconde.
Ni siquiera debió delegarse tan soberana determinación a los resultados de la comisión especial del PNUD, solicitada por el Presidente Medina en obvia reacción de desconfianza frente a ambas instituciones nacionales. Menos aún se debieron desconocer sus consideraciones a todas luces coincidentes con los estudios realizados por científicos-as dominicanos-as.
De todas maneras a contrapelo del poder ejecutivo y del propio Comité Político del PLD (que junto a FALCONDO han sido los principales auspiciadores de ese prolongado retraso), la intensa y creciente presión popular logró que la comisión especial del Senado y el Senado mismo aprobaran –con algunas mejoras- el proyecto de ley previamente asumido por la Cámara de Diputados.
Loma Miranda, en cuyo vientre se acunan millones de onzas de metal precioso apetecido por la transnacional.
Ahora la pelota pasa de nuevo al play de los diputados-as, para luego ser promulgado, observado o vetado por el Poder Ejecutivo.
DOS TEMORES Y UN CONTRA-PODER POPULAR FRENTE A LAS DILACIONES
Esta fase crucial del proceso ha tenido lugar en momentos en que nuestro Campamento, montado al pie de Loma Miranda (Los Algarrobos), se ha convertido en punto de referencia y estímulo de un creciente y promisorio contrapoder popular que exige que ese proyecto de ley sea aprobado en la Cámara de Diputados sin llevarlo a Comisión y sin enmiendas; esto es, sin más dilaciones.
El país está sumamente atento a esa inminente decisión.
El pueblo está en tensión, centrada su mirada y sus energías vitales en los próximos debates en la denominada Cámara Baja y en la posible reacción del presidente de la república, listo para expresarse enérgicamente si alguien osa darle más largas a esa determinación plebiscitaria.
Estoy convencido que estas vicisitudes previas han sido el producto de una obstrucción calculada y planificada por el presidente Medina y consentida por la mayoría del Comité político del PLD, quienes no están de acuerdo en declarar a Loma Miranda Parque Nacional por razones de Estado; inspirada esa actitud en la subordinación a intereses imperialistas y muy especialmente en la adhesión al plan de expansión minero-energética auspiciado por EEUU, CANADA y sus corporaciones transnacionales.
Danilo no se ha atrevido a autorizar la explotación de Loma Miranda por Falconbridge exclusivamente por miedo a ver desplomada su burbuja de popularidad. Pero igual teme cerrar el candado de su explotación declarándola Parque Nacional.
Él y su equipo de gobierno, rodeados de tecnócratas proclives a la explotación minera a cualquier costo y de agentes de las transnacionales, se resisten a dar el paso que salve definitivamente ese tesoro natural; pensando no solo en Miranda y en los intereses de Xstrata Niquel-Falcondo, sino también en el precedente que tal decisión sentaría para impedir las demás concesiones mineras onerosas y destructivas a cargo de otras corporaciones.
Se resisten, pensando en la suerte de ese modelo de expansión y de los magros ingresos fiscales por concepto de esa minería irresponsable y expoliadora, en el contexto de un Estado saqueado por su partidocracia corrompida y por un empresariado mafioso y depredador agrupado en la Cámara Americana de Comercio y en el CONEP; elites sociales opuestas a un modelo productivo basado en la sostenibilidad ambiental, la justicia y la dignidad humana y la soberanía nacional; generadoras a la vez de temores en el seno de una pusilánime “CLASE POLITICA TRADICIONAL”.
Así, la cúpula danilista sufre de dos grandes temores que llevan al presidente Medina y al Comité Político del PLD al silencio, a la evasión, a las maniobras soterradas en el marco de una soterrada pugna de facciones; mientras el leonelismo que le adversa, responsable del desastre anterior, solo piensa en volver a gobernar, creándole otros obstáculos y apostando a su desgaste.
Tales contradicciones habrán de operar en la Cámara de Diputados junto a las presiones de Falcondo, con una marcada tendencia a estrellarse contra el tsunami popular en marcha.
Allí los resultados posibles serían: o la aprobación de la ley, sin enmiendas; o su envío a comisión para enmendarla y dilatarla.
En el primer caso la pelota pasaría a la cancha del Palacio Nacional, a los predios del danilismo y del PRESIDENTE, sin más opciones que promulgar la ley aprobada, observarla o vetarla.
-Promulgarla salvaría a Danilo del desplome inmediato de popularidad, pero lo metería en el lío de la obstrucción del modelo minero depredador y de un desfonde económico mayor en medio de una crisis de endeudamiento y un enorme déficit fiscal.
-Observarla o vetarla lo hunde frente al pueblo y lo sintoniza más aun con los designios de EEUU, CANADA, CAMARA AMERICANA Y CONEP, que conducen a la insubordinación popular y a la represión estatal.
En el segundo caso, esto es, en ocasión de un nuevo rebote del proyecto con el consiguiente retraso, la reacción del pueblo puede ser proclive a la indignación, la movilización general, incluidas al ejercicio de la huelga general, la desobediencia civil y otras formas multitudinarias de lucha.
CAMPAMENTO L OMA MIRANDA.- 23-06-2014
Santo Domingo, R.D., lunes, 23 de junio de 2014.
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