viernes, 16 de julio de 2010

CHACHARA







Juan Taveras Hernández (JUAN TH)

Leonel Fernández pronto cumplirá diez años gobernando la República Dominicana. Ningún otro mandatario en la historia ha tenido más recursos económicos. Y sin embargo no ha resuelto uno de los grandes males de la nación.

Cientos de miles de millones de pesos han sido recaudados durante los últimos seis. La deuda del país va rumbo a los 22 mil millones de dólares. Y no se detiene. Leonel sigue tomando dinero prestado y gastándolo como si fuera suyo. Hace unos días dijo no estar de acuerdo con reducir el gasto ni con la austeridad, lo cual significa que seguirán las nominillas, las obras sin licitación y sin concursos, mientras los corruptos patológicos aumentan sus fortunas.

El país va mal. Pero el gobierno dice que va bien; mejor que nunca. Las autoridades del Banco Central, también endeudado, responden diciendo que el crecimiento económico es similar, incluso superior, al de muchos países desarrollados del mundo.

Para el gobierno la tasa de desempleo es mínima, el costo de la vida no sube. El país nunca estuvo mejor. Lo dicen los técnicos del Banco Central, de Hacienda y de Planificación. La gente, incluyendo los empresarios, percibe lo contrario.

Todo bien, dice el gobierno. Pero el déficit fiscal terminará por encima de los cien mil millones de pesos. No hay dinero en las calles ni en ningún otro lugar. Punta de lápiz no mata a nadie. Mientras haya quien preste, no habrá problemas. El gobierno continuará haciendo hoyos en la capital para el Metro, túneles y elevados sobrevaluados en más de un 30 por ciento que sirven para enriquecer a funcionarios y allegados al presidente de la República.

El gobierno no tiene dinero. Algunas instituciones públicas tienen problemas para pagarles a sus empleados. De algún lado habrá que buscar dinero. La maquinita del Banco Central no se puede usar para inorgánicos. Es por eso que los técnicos del PRD aseguran que por ahí viene zumbando una reforma fiscal. El gobierno dice que no, que se trata de una política opositora, que no habrá más reformas fiscales. Lo que no dice el gobierno es cómo obtendrá dinero para cumplir sus compromisos financieros.

El país se cae a pedazos, pero el gobierno tiene la capacidad increíble de colocar los temas de agenda en los medios de comunicación. Mientras el país se derrumba nos envolvemos en discusiones tan insustanciales y triviales como la reelección, prohibida por la Constitución, la posible candidatura de la mujer del presidente, etc.

El gobierno sacó de los medios de comunicación el caso de Arturo del Tiempo Márquez que realizó once embarques de cocaína a España con la cooperación de autoridades civiles, policiales y militares. La Torre ATIEMAR se derrumbó en los medios. La lista de los que compraron de buena fe, más los que compraron de mala fe, no se publica. Los socios sucios del señor del Tiempo han sido limpiados. Los funcionarios civiles, policiales y militares despojados de sus respectivas visas por el Departamento de Estado de Estados Unidos, que son muchos, nadie quiere conocerla y publicarla. Ningún programa de investigación de televisión, ningún periodista, le ha pedido la lista a la Embajada estadounidense. El tema de Figueroa Agosto entra y sale de las páginas de los diarios y de los programas de radio y televisión a conveniencia del gobierno. El narco gobierno no es tema de discusión, ni análisis. Es tema vedado.

El gobierno no hace nada, pero habla mucho. Tiene la capacidad de convertir una mentira en verdad a fuerza de repetirla. Para lograr crear percepciones falsas utiliza una red nacional de comunicadores que repiten todo cuanto se le ordena. Parecen papagayos repitiendo lo mismo en prensa escrita, radial y televisión. Las velloneras del gobierno hacen un excelente trabajo. Los 600 o 700 millones de pesos mensuales que invierte el gobierno en prensa y propaganda, han convertido el Cuarto Poder del Estado en un verdadero poder, pues tiene muchos cuartos.

Gracias a esa política de marketing del gobierno, una mentira se convierte en verdad, lo falso en verdadero, lo negro en blanco, y lo malo en bueno. Para muestra basta un botón: la imagen del presidente sigue siendo relativamente buena a pesar de ser el responsable de la mayoría de los males que aquejan hoy día la nación.

Santo Domingo, R.D., viernes, 16 de julio de 2010
 
juanth04@hotmail.com
http://www.desdemiescritoriord.blogspot.com/

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